Hace unas horas confirmaron el hallazgo del cuerpo sin vida de Olayet Cabrera Carranco en el municipio de Metztitlán, quien desapareció a finales del mes de junio tras salir de la Presidencia Municipal de Pachuca, donde trabajaba, portando la nómina del ayuntamiento.
Olayet Cabrera encarna una triste realidad en México de la que un importante sector de la política no se ocupa: todos enmudecieron y observaron el caso “de lejitos”, mientras los personajes que hacen fila para postularse como presidentes de la Comisión Estatal de Derechos Humanos se quedaron al margen de la desaparición de la funcionaria.
El Poder Legislativo entero prefirió desatar marchas por nombramientos “a modo”; la universidad entera pintó su raya y no cooperó con autoridades en pos de la vida de una persona, han dicho que cuentan con un grupo de académicos competitivo a nivel internacional, lo cual me consta, sin embargo, ellos sólo observaron. Los partidos políticos no emitieron ningún pronunciamiento por la desaparición de una mujer que hace pensar en el riesgo que corre cualquier funcionario; los líderes políticos estaban cómodamente vacacionando o esperando a ser considerados para continuar en sus encargos.
Los legisladores electos de Morena prefirieron hablar de su lucha contra la corrupción e ignorar el nombre de la funcionaria, y ni hablar de los actuales diputados federales o locales y de la alcaldesa, Yolanda Tellería.
¿Dónde está la clase política que debería estar preocupada por la inseguridad? ¿Dónde están los legisladores velando por disminuir la discriminación? ¿Qué mujer u hombre político la representa a ella?
Por: Martha Sáenz
Opiniones y cuentos de lo que veo.
