La cuenta regresiva para decidir los perfiles que competirán por un puesto de elección popular en el proceso electoral de este año ha provocado encontronazos sin precedentes en Morena Hidalgo, sobre todo en el ayuntamiento de Mineral de la Reforma, donde no fue posible cerrar filas ni llegar a acuerdos para nombrar una candidatura de unidad, por lo que se recurriría a una encuesta para definirla.
En la contienda interna destaca la figura de Shadia Martínez, presidenta del DIF de Mineral de la Reforma, quien es una carta fuerte gracias a sus logros en materia social. Sin embargo, la militancia morenista no parece estar de acuerdo y Marco Rico, líder de Morena en la entidad, ha sido cuestionado por ello.
La difícil situación al interior del partido guinda denota un activismo sin brújula, donde los perfiles parecen no atender a la adhesión de la base militante, y la decisión de recurrir a una encuesta para decidir al aspirante a la alcaldía solamente acusa la atomización y división interna del partido, perfilando opacidad y antidemocracia, como ha venido sucediendo en postulaciones como las de Cuauhtémoc Ochoa y Simey Olvera.
Lo cuestionable del proceso en Mineral de la Reforma es la precaria democracia en el partido del presidente. Bajo el análisis crítico, ni el consenso ni el método de encuesta implican la satisfacción plena de la militancia y la pulcritud en la selección de candidaturas, cuestión que debería cuidar la estructura que dirige Marco Rico, debido a los sobrados cuestionamientos internos y de la ciudadanía de cara a un proceso electoral donde la visibilidad ética debe ser la constante.
Si algo acusa la ciudadanía de los partidos del antiguo régimen es la falta de transparencia de los procesos de selección de candidaturas, que históricamente fueron manejados por la cúpula del poder en forma autoritaria y vertical, sesgando los procesos políticos y marginando a la base militante en una degradación antidemocrática.
El trabajo realizado por Shadia Martínez al frente del DIF de Mineral de la Reforma es evidencia de una vertiginosa actuación pública de la mano del actual presidente municipal, Israel Félix Soto, quien concretó de manera importante la obra pública, labor de asistencia social e inversión, creando una dinámica de atención social que no tuvieron administraciones pasadas.
Sin embargo, el capital político no se transfiere ni es hereditario; el peso sustantivo del trabajo de Félix Soto en Mineral de la Reforma no sigue las lógicas de selección que imperan en Morena Hidalgo, lo que hace impredecible el escrutinio político de las encuestas de postulación, frente a la posible obstrucción de una candidatura de unidad.
¿Será suficiente el impacto de la satisfacción ciudadana sobre el trabajo de Shadia Martínez al frente del DIF para lograr su nominación en el oscurantismo de las encuestas o más allá de éstas?
