La frustración invade a la candidata oriunda de Tepatepec, Xóchitl Gálvez; mientras Claudia Sheinbaum, de visita, marca línea a Morena Hidalgo con el Plan C y la estrategia se afina con Julio Menchaca.
La contienda electoral avanza y la oposición, encabezada por Xóchitl Gálvez, experimenta un deterioro político de magnitudes dramáticas. La parametría y los indicadores, incrementan a más del 60% la intención de voto en favor de Sheinbaum, cuando todavía queda más de un mes de trayecto de cara a los comicios del 2 de junio, donde, la misma alianza opositora, ya prospecta una terrible derrota.
En los sinsabores de la campaña de Gálvez, su trayecto no sólo ha tenido contradicciones y desencuentros sociales, desde las declaraciones de la venta de gelatinas, hasta los plagios de tesis profesional. Consideraciones que se unen al desastre comunicacional que, en la campaña del “miedo”, no ha propiciado en modo alguno un repunte en la preferencia e intención de voto de la ciudadanía en favor de la alianza opositora.
En Hidalgo, tierra donde las asimetrías y desigualdades sociales lastiman profundamente al tejido social, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Vivienda (ENVI), en 2020, el 47% de las y los hidalguenses no contaban con una vivienda propia, por lo que tienen que rentar, en un mercado de vivienda con amplias irregularidades y cuyas cifras se quedan estrechas, porque la realidad rebasa el porcentaje censado de quienes no poseen una vivienda propia.
La declaración de Xóchitl Gálvez de: “Si a los 60 no hiciste un patrimonio, eres bien güey”, realizada para atacar a la candidata oficialista Claudia Sheinbaum, que en el debate indicó que no tiene una casa propia y que vive en un departamento que renta; no se salió de contexto, como el presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alejandro –Alito- Moreno, ha pretendido aludir, por el contrario, está en el contexto preciso de una realidad, en la cual, no vive Xóchitl Gálvez y que rechaza de manera mordaz y desprecia de manera oprobiosa.
El contexto de la declaración es claro, Xóchitl Gálvez -desde su elitismo y “status social”, que no cultural ni intelectual-, menosprecia y desprecia a las personas que no han alcanzado a los 60 años un patrimonio propio.
La declaración es contundente y nace de la lógica ciega y sórdida de Gálvez, quién se percibe “emprendedora”, en una historia que los habitantes de Tepatepec, Hidalgo, rechazan; queriendo hacer creer que con ganas y vendiendo gelatinas se llega al infinito y más allá.
El resbalón que se ha pegado Gálvez con esta declaración, ha causado humillación y comentarios airados que, en todo caso, nos recuerdan a los patinazos que se daba Vicente Fox, miembro del mismo partido (PAN), del cual, hoy Gálvez dice no pertenecer y que, sin embargo, abandera en una alianza política, cuyas inconsistencias ya perfilan una estrepitosa derrota el 2 de junio.
El sentido clasista y no sólo de estereotipo emprendedor de las declaraciones de Gálvez, son evidencia que habla por sí sola.
El deterioro de la campaña de Xóchitl Gálvez, no se centra, exclusivamente, en este tipo de declaraciones fuera de lugar y que traslucen su pensamiento político y social; sino, porque jamás hubo un proyecto político de Estado y Nación en la alianza opositora, por lo que… si a los 60 no tienes proyecto político… debes dejar de dedicarte a la política.
