Inicia la recta final de 2023 con el festejo de la Virgen de Guadalupe en un ambiente navideño y con el cierre político de la administración de Julio Menchaca Salazar en su primer año de gobierno, que ha iniciado una vertiginosa ruta de transformación para la ciudadanía en Hidalgo.
Al mismo tiempo, la alcaldía de Pachuca se incendia en contradicciones de una gestión municipalista tan controvertida que el siniestro ocurrido en el mercado de “La Fayuca” elimina cualquier posibilidad de defensa de las declaraciones de Sergio Baños al admitir “que descubrió irregularidades en el comercio ‘formal’ de los locatarios”, lo cual lleva a preguntar: del universo del municipio de Pachuca, ¿qué es lo que conoce el alcalde?
Habrá que encomendarle a la Virgen de Guadalupe un milagro para que Baños Rubio conozca más sobre la ciudad que gobierna, la cual se desmorona poco a poco ante los ojos de su cabildo, cuya ineficiencia no sólo desconcierta a la ciudadanía, sino también siembra temor por las calamidades que ya suceden y las que están por suceder.
Pero, como admitió Enrique Peña Nieto en la entrevista que le hiciera el periodista Carlos Marín al cuestionarlo sobre el desastre de su actuación en la visita del entonces candidato a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump: “Seamos puntuales”. Si existe una constante en la administración de Sergio Baños es que la ciudadanía de Pachuca desde hace tiempo descubrió que el alcalde tiene un conocimiento distante sobre la realidad que impera en la ciudad, y todo apunta a que su cabildo festeja cada una de sus acciones como si fueran grandes hazañas, mientras que en el día a día suceden tragedias como el incendio en “La Fayuca”.
Las irregularidades que por fin acepta Sergio Baños en comercios pachuqueños no son un tema nuevo, puesto que desde el inicio de la administración la propia ciudadanía había puesto en alerta a la alcaldía de que estas irregularidades estaban acompañadas de manejos del crimen organizado y que las raíces estaban en el comercio ambulante, el cobro de derecho de piso y las extorsiones a comerciantes en la capital, lo cual generó un clima de inseguridad en el primer cuadro de la ciudad.
Sin embargo, Baños Rubio hizo caso omiso a los reclamos de la ciudadanía y ni tardo ni perezoso se dio a la noble tarea de atender la “demanda” de los colonos del distinguido y opulento fraccionamiento Valle de San Javier, quienes, entumecidos y desolados por el incremento de “robos” en un fraccionamiento que, por cierto, cuenta con seguridad privada, a costa del erario municipal mandó a levantar una barda perimetral para mantener a raya a la delincuencia.
A Juan Diego en el milagro religioso se le apareció la Virgen de Guadalupe para pedirle que le comunicara al obispo su deseo de edificarle un templo en el Tepeyac; a Sergio Baños se le aparece todos los días la cruenta realidad social de Pachuca y la población le exige edificar un gobierno de hechos en beneficio público. ¿Podrá hacer el milagro navideño de descubrir que su municipio es más que Valle de San Javier?
