A poco tiempo de comenzar el sexenio de Andrés Manuel López Obrador como Presidente de la República, el conocido “hauchicoleo” cobró estelaridad en materia de seguridad en todo el país despareciendo como “por arte de magia” el narcotráfico, repentinamente no se habla de los capos más buscados sino de los operadores “fantasmas” del robo y tráfico de hidrocarburo que, cabe resaltar, no tienen rostro o nombre.
Hace un par de años, Felipe Calderón Hinojosa declaró la guerra contra el narcotráfico, dicen algunos, en aras de fortalecer un mandato debilitado por fuerzas políticas contrarias, acogiéndose al amparo militar. El día de hoy AMLO encabeza la guerra contra los huachicoleros y conservadores, esto mientras fortalece a la milicia a través de su propuesta de militarización de las fuerzas policiales.
Paralelamente, se frenan las investigaciones contra algunos exgobernadores y se acusa de “politización” o persecución política en el caso de algunos exfuncionarios investigados, por lo que el Presidente de la República asegura revisará los casos para evitar persecuciones por venganzas. Entonces ¿qué delitos y qué delincuentes sancionará este gobierno federal?
Mientras tanto, en una corte norteamericana delincuentes como Joaquín “El Chapo” Guzmán vierten declaraciones a diestra y siniestra contra expresidentes de la República, altos mandos encargados de seguridad, que van desde secretarios, policías y militares, sin ninguna consecuencia legal en México, pareciera que se les resta atención por el problema del “huachicol”.
Por: Martha Sáenz
Opiniones y cuentos de lo que veo.
