El matrimonio y el divorcio, mis únicos y queridos lectores, son dos estadios de la realidad humana donde se puede apreciar que el amor y la amistad, en definitiva, no son para siempre.
La relación política entre Carolina Viggiano y Omar Fayad, sin tratar de ser pitonisa, a todas luces y por todos los corrillos, se aprecia no sólo rota, sino, también, en un abismo donde la beligerancia política sólo presagia tormenta en una escena política donde el antiguo régimen ha sido derrotado.
Psicología política del sexo
La actual senadora Carolina Viggiano ha criticado el éxodo de militantes del PRI, tachando de entreguismo político a Morena. Hasta aquí la crítica es obvia y certera, pero tiene un dejo de rabia que está acompañada por los estragos y crisis que experimenta el partido tricolor en una escena de fracasos políticos, que más allá de las golondrinas que no hacen primavera, es decir, las victorias discretas recientemente obtenidas en Durango y Veracruz, denota el pesar de la derrota histórica del PRI.
Hasta aquí bien por la senadora Viggiano que, sin pelos en la lengua, enuncia y denuncia una realidad contundente por la que atraviesa su partido y que lo ha puesto en jaque, pero que sólo es la punta del iceberg porque el hielo firme se encuentra en las causales de las que no habla y que permanecen bajo el agua.
Empero, lo significativo de sus declaraciones sobre defección y éxodo masivo de priistas a Morena sobrepasan la agudeza de Marco Mendoza, líder del PRI Hidalgo, que indicó “existen priistas de closet en Morena”, que es otro cantar, pero que con las guitarras del dolor acompasan la tonada desplegada por la senadora y lideresa tricolor que pronunció sobre las “nalgas prontas”, refiriéndose a los políticos emanados del PRI que aceleradamente entregaron el poder a Morena y, concretamente, aludiendo al exgobernador Omar Fayad.
El sexo y la política
Freud señaló que cualquier instancia cercana al ejercicio de la sexualidad, debe presentar una forma de dominio que se expresa en poder.
La metáfora expresada por Carolina Viggiano sobre “las nalgas prontas del PRI en Morena” mantiene la analogía de formas de dominio en el poder público que reflejan las veleidades en la política de las actrices y actores políticos. Empero, también abre la puerta a condiciones que existieron en el antiguo régimen, donde el poder de la nalga podía obtener el poder político. Sexo y política son, en definitiva, relaciones de poder.
Es evidente el malestar de la senadora y lideresa del PRI sobre la debacle que ha tenido su partido y que, particularmente en su tierra, Hidalgo, dejó de ser el bastión del poder en el que ella experimentó el esplendor y ascenso de su carrera política en sus años mozos.
Destaca de los pronunciamientos de Carolina Viggiano el hecho de que no tiene pelos en la lengua para enunciar con claridad extrema su sentir respecto a las veleidades del poder de las y los personeros del PRI que, como golondrinas de nalga pronta, emigraron a Morena. Empero, en ello, no aparece un ápice de autocrítica sobre cuáles han sido las causas de la debacle y las fortalezas sociales que experimentó el ascenso de la izquierda en México.
Las nalgas prontas del PRI no explican en su justa dimensión la crisis orgánica y sistémica que viven los partidos de la derecha en México. Evidencian y denotan que la política y el sexo tienen límites y que el amor y la amistad son un divino tesoro que, tampoco, pervive por siempre.
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
