Después de que el Grupo Universidad, en marcha multitudinaria a Plaza Juárez, enarbolara gritos en favor de la autonomía de la UAEH y, a título unilateral, tuviera un comportamiento más morenista que AMLO al hacerse a un lado frente al proceso de revocación de mandato, mis únicos y queridos lectores, las fisuras y grietas hacia su interior no se han hecho esperar y, al igual como sucede en el PRIAN, en el PT también se cuecen habas y ha iniciado el éxodo a Morena Hidalgo.
En el análisis crítico, la defección de la presidenta municipal de Tlahuelilpan, Leticia Reyes, es un golpe de lógica política asestado al Grupo Universidad, porque la ruptura de la alianza entre Morena y el PT de cara a la elección a la gubernatura marcó, sin lugar a dudas, el primer golpe en la mesa del gobernador Julio Menchaca y mandó un mensaje de que Morena es más que cualquier otro partido en Hidalgo.
En este trazo magistral de Leticia Reyes se ha anticipado a la lectura de la sucesión transexenal del 2028, donde Morena ante su proceso de afiliación podrá navegar sin contratiempos, dejando de lado la tortuosa arena política que ha implicado al interior del partido guinda el GU y, con ello, replantear sus fuerzas y alianzas de la cual sobresalen los trabajos de operación política con Nueva Alianza.
En las torres de rectoría, la defección de Leticia Reyes fue leída con detenimiento, debido a que la desbandada no se hará esperar, pese al sistema de prebendas y granjerías que el GU suele instaurar.
En este escenario, nos aprestamos no sólo a ver el posible desmembramiento del PT vía el éxodo político, sino, también, en el resto de la chiquillada partidista en Hidalgo que ya se apresta a brincar a Morena.
Más cauto que un mapache y más matrero que lobo estepario, Marco Rico en Morena ha dado el espaldarazo a la alcaldesa de Tlahuelilpan, Leticia Reyes, porque una ruptura política anticipada en el PT es agua para chocolate y suma a las grietas de la partidocracia de Hidalgo, que ya percibe que la espiral de ascenso de Morena en la sucesión transexenal del 2028 no habrá de dejar títere con cabeza.
El escenario en prospectiva marca para el GU, como lo hizo con la medida unilateral de la revocación de mandato, de buscar nuevos acercamientos con el gobierno de Julio Menchaca y el partido guinda que lidera Marco Rico. Empero, el 4º Piso ya fijó postura y, al igual como lo hizo Lucky Luciano con Al Capone, cuando eres dueño de la plaza, ¿por qué compartir el espacio?
Morena Hidalgo se apresta a avasallar a la chiquillada partidista y lo ocurrido con la defección de la alcaldesa del PT de Tlahuelilpan no es una sorpresa, es la crónica de un éxodo anunciado que habrá de incrementarse en la medida en se aproxime la sucesión transexenal del 2028.
La suspicacia de fondo en esta ruptura que experimenta el PT/GU estriba en que el sistema de prebendas y granjerías tendría que plantearse a largo plazo para contener el éxodo político de sus filas, lo cual presupone que rectoría tendrá que ofertar nuevas plazas académico-administrativas como sello de garantía.
La lógica de fuerza mayor, como señala Nassim Nicholas Taleb, se impone en el éxodo del PT/GU, ahora sólo es cuestión de tiempo para que la chiquillada partidista se fracture.
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.