A unas horas de las campañas ya se rompieron los dientes

Seguramente ha leído o escuchado la frase de los políticos que dicen que el proceso electoral para nuevo gobernador “debe ser la fiesta de la democracia” por lo pacífica de la misma, llena de respeto y civilidad, en la que ni de chiste debe haber violencia, ataques, chismes, guerra sucia o difamaciones para ganar, porque finalmente el proceso debe ser expresión de gente educada y civilizada, en que ni de broma debe hacer cosas chuecas.

Eso es lo que dicen, pero a unas horas de que inicien las campañas, lo que vemos es un escenario de confrontación y ataques, de acusaciones y reproches, de guerra sucia, en el que lo menos que se gritan es que son unos puercos, que se puede resumir en la frase “se dan en toda la suya y, en muchos casos, ya se tiraron los dientes”.

¡Cuál civilidad y cuál fiesta de la democracia! Esto ya es un ring en que hay una exhibición de lucha libre sin límite de tiempo, en que los priistas le colocan a Morena la Hurracarrana con la intención de dejarlos fuera de combate y, por su parte, Morena con un luchador del PANALH asociado a la candidatura común, le aplican al tricolor un martinete que busca descalificar a la candidata azul, pero en realidad tricolor.

En el Congreso, Julio Valera se lanzó contra Morena y exige a los organismos electorales poner quieto el uso de programas sociales para ganar votos y Lisset Marcelino de Morena pide cuidar las manos sobre todo del uso de programas sociales estatales porque hay cosas chuecas.

Con todo, se dan con todo, y eso que no han iniciado las campañas y el PANALH pide que le quiten la candidatura a Viggiano por no informar de gastos en precampaña y la respuesta es que el PRI no tiene por qué informar, porque no tiene gastos y por lo mismo se informó en ceros, ya que Viggiano es candidata del PAN y no del PRI en esa esta maniobra en que con un cambio de chaleco dejaba de ser candidata azul para ser secretaria general del partido tricolor.

Eso de civilidad es un cuento, porque los hechos así lo dicen.

De hecho, ya se tiraron algunos dientes y más de uno anda chimuelo.

Y son los hechos previos.

Ya verá usted cuando arranque la campaña y lleguen los debates.

Se van a dar hasta con la cubeta.

¿Fiesta día democracia?

Sí, cómo no.


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