La semana reciente el pleno de la Cámara de Diputados en Hidalgo aprobó por unanimidad el acuerdo económico en el que exhortan a las secretarías de Energía y del Medio Ambiente a emitir una declaratoria de emergencia ambiental en Tula, con el objetivo de que se destine presupuesto para la ejecución de los proyectos de restauración ecológica y que tanto el gobierno de Hidalgo, como los ayuntamientos, elaboren un programa de restauración ambiental.
Esto es consecuencia de una realidad que desde hace años padecemos quienes habitamos en Tula y zona conurbada, donde existe una elevada contaminación, al grado de ser considerada como una de las regiones más contaminadas de México y el mundo.
De acuerdo con un documento que emitió la Secretaría del Medio Ambiente, en coordinación con el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático y la Comisión Ambiental de la Megalópolis, Hidalgo tiene tres cuencas atmosféricas, una de ellas es la de Tula, con 12 municipios y 500 mil habitantes, aproximadamente. Los municipios son: Atitalaquia, Atotonilco de Tula, Chilcuautla, Mixquiahuala, Progreso, Tepeji del Río, Tepetitlán, Tetepango, Tezontepec, Tlahuelilpan, Tlaxcoapan y Tula.
Esta región cuenta con 60 empresas locales y federales, es sede de una refinería, dos plantas de generación eléctrica, una termoeléctrica y una de ciclo combinado, seis cementeras, cuatro caleras, industrias del ramo metal-mecánico y químico, entre otras.
También tiene una importante actividad agrícola en la región del Valle de Mezquital, de carácter intensivo por la disponibilidad de riego con aguas negras provenientes de la zona metropolitana del Valle de México y de las descargas locales e industriales de la zona. Sin olvidar que Tula, cabecera de la propia región, tiene una vocación turística importante por los Atlantes y por las aguas termales en Atotonilco, en Tula y Ajacuba.
La estimación de emisiones más recientes se encuentra en el inventario estatal de contaminantes, donde la cuenca de Tula aparece como la mayor generadora en Hidalgo, ya que aporta ¡el 97 por ciento del dióxido de azufre! De acuerdo con los datos del informe nacional de calidad del aire, en la cuenca atmosférica de Tula se incumplen los límites normados de protección de la salud.
Atitalaquia y Atotonilco son los municipios de la cuenca en los que con mayor frecuencia se registran concentraciones superiores a los límites normados sobre partículas suspendidas, en tanto que en Tepeji del Río y Tula el ozono es lo que predomina.
Es importante destacar que entró en vigor hace dos años una actualización de la norma oficial mexicana, la cual establece el criterio para evaluar la calidad del aire con respecto al dióxido de azufre; esta actualización marca un valor de concentración como medida de protección a la salud, que es mucho más restrictivo y protector que el anterior.
Considerando esta actualización, se analizó la información disponible para este contaminante, y de haber estado vigente la norma anterior, Tula habría registrado más de 140 días de concentraciones arriba de dicho límite, y Tepeji habría sido el municipio con mayor número de días arriba de dicho límite, seguido por Atitalaquia y Atotonilco de Tula.
Dado el volumen de contaminantes generados y los patrones de viento en la región, el impacto en la calidad del aire no se limita a las áreas aledañas o circundantes a las fuentes emisoras. Este impacto ocasionalmente alcanza zonas más distantes, como el Valle de México. Así, es común la dispersión de dióxido de azufre y de otras partículas desde la zona de Tula-Tepeji hacia el Valle de México en diferentes momentos en periodos determinados.
Es por ello que el tema de la contaminación fue llevado nuevamente ante los diputados, quienes avalaron enviar el exhorto a las dependencias federales correspondientes, para que en el ámbito de sus atribuciones informen sobre el proceso de conversión de la central termoeléctrica Francisco Pérez Ríos de combustóleo a gas natural y reducir con ello las emisiones de efecto invernadero.
Lo anterior en razón de que, para poder operar esta central al cien por ciento con gas natural, se requiere una nueva fuente de suministro de este combustible, pues actualmente se están buscando alternativas de suministro con transportistas de la región para contar con una solución continua y económicamente viable.
De acuerdo con la diputada María del Carmen Lozano, en 2018 la ONU declaró que la región Tula-Tepeji registraba una crisis ambiental producto de los altos niveles de contaminación existentes ocasionados por la industria textil y de cal que operan en el corredor industrial, por lo que demandaron acciones urgentes de monitoreo, así como medidas de mitigación para evitar más daños a la salud de la población.
He compartido información sobre los altos niveles de contaminación del aire, pero no hay que olvidar el tema de las aguas negras provenientes del Valle de México, que llegan a esta región a través del río Tula para descargar en la presa Endhó, llamada por muchas la fosa séptica más grande del mundo.
El tema no es nuevo entre el gobierno federal y el estatal, ahora lo urgente es que se tomen las acciones tendientes a darle solución al grave problema, porque los años pasan, los males avanzan, la contaminación crece y el gobierno poco o nada hace por atender este reclamo, que es de vida o muerte para los que vivimos en Tula y sus alrededores.
Por hoy es todo, nos leemos en la próxima entrega, pero… Entre nos.
Por: José Guadalupe Rodríguez Cruz
*Egresado de la UNAM como licenciado en Derecho y Diplomado por el Instituto de Administración Pública de Querétaro y por la Universidad Iberoamericana en Políticas Públicas. *Regidor Municipal en Tula, Secretario Municipal de Tula, Diputado local en la LVII y LIX Legislaturas en el estado de Hidalgo y Presidente Municipal Constitucional de Tula 2000-2003. *Autor del libro “Desde el Congreso Hidalguense” y coautor del libro “Tula... su Historia” *Director y fundador del periódico bisemanario “Nueva Imagen de Hidalgo”, que desde 1988 se pública en Tula, Hgo.
