Redacción
La mañana de este jueves comenzó la marcha contra el gasolinazo convocada por habitantes del Valle del Mezquital, quienes desde inicios del año bloquearon la carretera México-Laredo como muestra de su inconformidad.
Luego de semanas de permanente descontento, la ciudad de Pachuca fue elegida para hacer escuchar su voz, y advirtieron que llegarían al Congreso del estado en busca de atención y una respuesta.
Así lo hicieron, y desde las 10 de la mañana la capital hidalguense vio desfilar a decenas de manifestantes, quienes a su paso desde la glorieta 24 horas hicieron pintas a los cristales de estaciones del Tuzobús, se subieron a monumentos instalados a lo largo del bulevar Felipe Ángeles, para finalmente llegar a la sede del Poder Legislativo, donde ya iban acompañados por un contingente de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Al filo de las 11 horas los trabajadores dentro del Congreso fueron alertados de la cercanía de los manifestantes, por lo que a las mujeres se les permitió irse a sus casas para resguardar su seguridad. Los hombres, hasta el cierre de esta nota, seguían dentro de la sede legislativa.
Un par de horas después, hasta el Congreso llegaron escuadrones antimotines, sin que esto impidiera el paso de los manifestantes, quienes enardecidos retuvieron a diputados que integrantes de la Comisión Permanente: Erica Saab Lara, Luis Ernesto Marroquín Morato, Ernesto Vázquez Baca, Octavio de la Torre y Horacio Trejo Badillo.
Ernesto Vázquez explicó que los precios de la gasolina no dependen del gobierno estatal, y luego de minutos de intento de diálogo, se llegó al acuerdo de instalar un congreso popular para escuchar a los manifestantes, quienes también les reprochaban la muerte de dos jóvenes en Ixmiquilpan. Además, les exigieron a los legisladores hacer las labores necesarias para que sus homólogos federales y la Cámara de Senadores echaran atrás la reforma energética. Pidieron también la renuncia del presidente Enrique Peña Nieto.
Entrada la tarde, los ánimos se calentaron durante el diálogo, ya que los diputados presentes se manifestaron a favor de las reformas estructurales implementadas por el gobierno federal. Esto hizo que los inconformes los llamaran “traidores del pueblo”, entre otras ofensas.
Hubo incluso un conato de bronca, puesto que uno de los manifestantes encaró a uno de los legisladores. Afortunadamente, no pasó a mayores.
