Por segunda temporada consecutiva los Bravos de León consiguieron llegar al juego de eliminación directa con un récord de 27 victorias por 29 derrotas, y derrotaron a los subcampeones, Pericos de Puebla.
Lo malo para ellos es que volvieron a toparse con los Leones de Yucatán, el mejor equipo de la Liga, pero al menos en esta ocasión consiguieron ganarles un juego antes de ser eliminados.
El equipo de Luis Carlos Rivera basó su juego en una poderosa ofensiva. Siete de sus titulares terminaron sobre la cifra mágica, incluyendo a los importados Quincey Latimore (.344), Junior Lake (.333), Cedric Hunter (.308). Lo malo para ellos es que su mejor bateador, Félix Pie, con .376, 10 cuadrangulares y 32 producciones, se lesionó contra los Diablos y no pudo ver acción en los playoffs.
El nacional Amadeo Zazueta y los chicanos Nick Vázquez y Brandon Macías completaron una batería de mucho respeto, sin embargo los Bravos carecieron de profundidad en el pitcheo.
Los importados Dustin Crenshaw 5-2, Bryan Evans 3-3, y el novato Dallas Martínez cumplieron, pero resulta evidente que les hacen falta más abridores nacionales, como Alejandro Soto.
Asimismo sufrieron con el cerrador, ni Luis Ignacio Ayala o Freddy Quintero pudieron con el paquete, y el importado Brandon Cunniff tampoco es mucha garantía.
Lo cierto es que estos Bravos han sentado las bases para seguir peleando por los playoffs, cosa que seguramente harán en el siguiente torneo.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
