“Sí, compadre, este cabrón se pasó de listo… perdón, Carlos, ¿pero no lo tenían pactado Texcoco? Sí, mano, pero este cabrón a la hora de la hora salió con su mamada de la consulta y tuve llamadas desde tempano donde había nerviosismo, incluso amenazaron con no apoyarme en futuros negocios si no hacía algo, pero no hay caso, este cabrón hizo un desmadre y lo que queda es esperar si podemos utilizar lo construido en Texcoco. Qué lástima, Carlos, pero la verdad muchos estamos pensando en sacar la lana, incluso, parece que las cosas pintan mejor en Brasil con el nuevo gobierno…”.
Este extracto de conversación que se ha ido filtrando y diluyendo por distintos medios y redes vaticina días inciertos y oscuros en un “antes y después” de Texcoco, cosa que tiene encabronado a Carlos Slim y rumiando su dolor a los inversionistas y empresarios, que ya están planeando sacar las inversiones de México en esta estela de capitales golondrinos y sólo invertir en aquello que en el país no otorgue riesgos.
Mientras tanto, en la pejecueva las conversaciones iban en otro sentido: “Andrés, el ingeniero Jiménez dice que ya se armó, que la consulta está ganada como lo habíamos calculado, pero que ha recibido llamadas de los de COPARMEX, que se están quejando de que el acuerdo de campaña lo dejaste en el clóset, cosa que no te van a perdonar y amenazan con sacar la lana del país. Mira, mano, no te preocupes, pero se acabaron los negocitos como en Santa Fe, es tiempo de que entiendan que no estamos a su contentillo y al que no le guste que se vaya. ¿Entonces qué digo a la prensa?, no te preocupes, yo ya hice mis declaraciones y Santa Lucía y Toluca se quedan”.
En los entretelones en el PAN, reunidos los de siempre empezaban a comentar: “Pinche naco, ya ni la amuela, el cabrón se va a salir con la suya y los pendejos del PRI tienen la culpa, incluido el copetes, ahora sólo falta que haga este cabrón una Ley en donde nos rebajen las dietas parlamentarias, cosa no lejana si ya anda con la locura de rebajarle el sueldo a todos y quiere quitar las pensiones de los expresidentes; maldita la hora en que no hicimos alianza con el PRI. Perdón, Gustavo, pero eso era inviable, no viste que el pendejo de Anaya tenía agarrado por los huevos al partido, me lleva la chingada”.
Por su parte, en Los Pinos: “¡Qué poca madre de este piche cabrón, pero por mis huevos que las obras en Texcoco no se detienen; que le cueste al hijo de la chingada hasta el último día de mi gobierno! Por lo pronto ya procedió el amparo, así que tranquilos, no quiero mayores comentarios, yo ya dije que la obra no se detiene”.
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
