Chairos contra fifís

El estilo de gobierno de Andrés Manuel López Obrador no ha resultado común para la forma de hacer política a lo largo de la historia de México. A unos no gusta y a sus millones de seguidores los tiene francamente encantados. El fin de semana, al hacer uso de la palabra en la inauguración del estadio de beisbol de Los Diablos Rojos del México, ubicado en los amplios terrenos de la Magdalena Mixhuca en la Ciudad de México, las manifestaciones en su contra fueron evidentes, por lo que se vio en la necesidad de acortar su discurso a dos minutos o menos por culpa de “la porra fifí”.

Traemos a la memoria la respuesta de la gente en el evento que encabezó AMLO en la refinería Miguel Hidalgo con motivo del aniversario de la Expropiación Petrolera, apenas la semana pasada en la entidad, en donde, contrario a lo ocurrido en casi todas las giras por diversas entidades del país, el gobernador Omar Fayad fue largamente ovacionado, incluso nos atreveríamos a decir -por haber estado en el lugar de los hechos- que más que al propio presidente.

Está claro que lo ocurrido en la refinería no fue casual. El hoy gobernador ha tenido varios cargos de elección: presidente municipal, diputado federal y senador, lo que le ha hecho participar en muchas campañas políticas, incluso como presidente del PRI estatal. Ello le permite tener experiencia de sobra para torear y vencer a las multitudes.

Por supuesto que la inesperada respuesta a Omar molestó sobremanera a los eternos enemigos del gobierno estatal, que se frotaban las manos de gusto ante la hipotética rechifla al jefe del Ejecutivo; al no ocurrir así, hoy siguen buscando argumentos para desacreditar a los cientos que no solamente no le chiflaron, sino que lo aclamaron.

 

En política nada es casual

Está claro que en política nada es casual, pero no lo es que en los eventos de AMLO con gobernadores del PRI o del PAN las rechiflas fueron evidentes. La respuesta de cada uno de ellos fue distinta, desde los que no sabían en dónde meter la cara, hasta los que de plano increparon duramente a sus paisanos por esas muestras de desagrado.

En todos los casos AMLO apareció como el gran dominador del monstruo de mil cabezas, pidiendo, ordenando que se callaran esas manifestaciones de desagrado. En las redes sociales circuló un documento membretado con los colores de Morena en donde supuestamente el ahora partido en el gobierno da las indicaciones de cómo actuar en los eventos del presidente.

Asegurar la veracidad del oficio resulta irresponsable, sin embargo, está claro que lo que dice el documento de marras había sido exactamente la conducta de los seguidores del ahora presidente de México y en su mayoría militantes de dicho partido: rechiflas al gobernador, “es un honor estar con Obrador”, etcétera.

En ese sentido no sabemos si lo ocurrido en Hidalgo el pasado 18 de marzo y en el nuevo diamante de don Alfredo Harp Helú el sábado será un parteaguas de lo que veremos en eventos públicos que encabece el primer mandatario de la nación. Sin duda debe ser un hecho que no ocupará los primeros renglones en la agenda presidencial, pero los que allí escriben no lo van a ignorar.

 

Huejutla, el próximo reto de AMLO

No tarda mucho para saber la respuesta en lo futuro de la gente que normalmente acude a los eventos políticos. Es más, ya se anuncia nuevamente la presencia en Hidalgo de Andrés Manuel, ahora para el próximo sábado 30 en el corazón de la Huasteca. En esa zona, como en la mayor parte del país, AMLO tiene sus porristas y curiosamente es también una región que Omar Fayad representó hace algunos años en su calidad de diputado federal.

Ahora bien, está muy claro que así como el gobierno del estado le pudo haber metido la mano para las desenfrenadas porras en favor del gobernador y hasta del alcalde Gadoth Tapia, que mucho ha molestado a los antipriistas -es decir, los chairos-, en el caso de la respuesta de la gente no nos podemos imaginar a don Alfredo Harp (uno de los hombres más ricos del país) organizando a sus huestes para darle una sonora rechifla a su invitado especial.

Y también es claro que la gente que asiste a los eventos políticos, como el de la Expropiación Petrolera, de cualquier partido o de cualquier gobierno, no es la misma que pagó su boleto para asistir a un partido de beisbol con la presencia de una novena de primer mundo como fueron Los Padres de San Diego, que por cierto le dieron una repasada a los anfitriones.

En el primer caso es inevitable pensar que a la gente traída aparentemente de diversas regiones de Hidalgo le pagaron por vitorear a Omar y no aplaudir a rabiar a AMLO. Así lo sentencian los millones de seguidores de Morena. Pero acaso fueron los mismos de la sonora rechifla en el nuevo estadio. No se necesita ser un experto para contestar negativamente.

 

Popularidad: todo lo que sube, ¿baja?

¿Qué ocurre entonces? ¿La popularidad de AMLO, que ronda por el 80 por ciento, ya encontró su punto más alto y como todo lo que sube, ahora baja?

Es claro que estamos ante el presidente más popular de los últimos tiempos en México. Tal vez sólo comparado con Adolfo López Mateos o con Lázaro Cárdenas en el siglo pasado. Y cuando hablamos de popularidad, en automático pensamos en los programas sociales que ha anunciado el nuevo gobierno.

Y es que está claro que normalmente los aplaudidores de políticos emanados del PRI, del PAN, de Morena o de cualquier otro partido, son o serán las madres jefas de familia, los adultos mayores, los jóvenes, es decir, los sectores que reciben o recibirán un beneficio económico y que llegan a echar porras al gobernante “bienhechor” y que es lo menos que se les puede pedir ante la benevolencia del gran tlatoani en turno.

Por el contrario, es muy seguro que los cientos o miles de los 20 mil que abarrotaron el estadio de beis el sábado pasado y que pudieron pagar un boleto de entrada de 400 pesos, no reciben ni buscan un beneficio social del gobierno en turno, y sus aplausos o rechiflas obedecen a la calificación sincera que le otorgan al político del momento. ¿O no?

Por hoy es todo, nos leemos en la siguiente entrega, pero… Entre nos.

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Por: José Guadalupe Rodríguez Cruz

*Egresado de la UNAM como licenciado en Derecho y Diplomado por el Instituto de Administración Pública de Querétaro y por la Universidad Iberoamericana en Políticas Públicas. *Regidor Municipal en Tula, Secretario Municipal de Tula, Diputado local en la LVII y LIX Legislaturas en el estado de Hidalgo y Presidente Municipal Constitucional de Tula 2000-2003. *Autor del libro “Desde el Congreso Hidalguense” y coautor del libro “Tula... su Historia” *Director y fundador del periódico bisemanario “Nueva Imagen de Hidalgo”, que desde 1988 se pública en Tula, Hgo.






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ENTRE NOS... - José Guadalupe Rodríguez Cruz

*Egresado de la UNAM como licenciado en Derecho y Diplomado por el Instituto de Administración Pública de Querétaro y por la Universidad Iberoamericana en Políticas Públicas. *Regidor Municipal en Tula, Secretario Municipal de Tula, Diputado local en la LVII y LIX Legislaturas en el estado de Hidalgo y Presidente Municipal Constitucional de Tula 2000-2003. *Autor del libro “Desde el Congreso Hidalguense” y coautor del libro “Tula... su Historia” *Director y fundador del periódico bisemanario “Nueva Imagen de Hidalgo”, que desde 1988 se pública en Tula, Hgo.