La principal operación para introducir droga en el Cereso de Pachuca es conocida entre la población penitenciaria desde hace años: desde el exterior, sujetos arrojan “pelotas” o bolas rellenas con sustancias ilícitas sobre la barda de la prisión hacia espacios abiertos en el interior, donde presos las recogen y así, sin pasar filtros de inspección, rápidamente comienza su distribución y venta al menudeo.
Esta práctica fue detectada por la Unidad de Inteligencia del C5i, que realiza monitoreos del sistema de videovigilancia del reclusorio, y con ello se identificó a una persona privada de la libertad como partícipe en la red criminal.
La intervención del sujeto se dio como resultado de las investigaciones del centro de seguridad e inteligencia y con la colaboración de la Policía Penitenciaria. De este modo se llevó a cabo la inspección del dormitorio del individuo detectado, donde se hallaron diferentes bolsas con cocaína, cristal, marihuana y mil 200 pastillas de droga sintética.
Por estos hechos se inició la carpeta de investigación correspondiente y será el Ministerio Público quien presente el caso ante un juez para deslindar responsabilidades y dicte una nueva pena al recluso.
La Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo ha intensificado las revisiones dentro de los Ceresos para identificar objetos y sustancias prohibidas que pudieran representar riesgo para la población penitenciaria.