Se terminaron las especulaciones sobre el nuevo gobierno de AMLO y Morena, y da inicio al borrón y cuenta nueva, donde el perdón y el olvido parecen ser la constante del nuevo gobierno, que ha generado tantas expectativas que sus tropiezos serán inminentes.
¿Qué esperar de la republica amorosa? Todo menos amor.
El ascenso de Manuelovich el 1º de julio fue más sencillo que gobernar; no basta llegar primero, hay que saber llegar y los meses de transición han advertido lo contrario: se ha ennegrecido el rumbo, porque muchas de las medidas tomadas como la práctica de las consultas no son legales y se les ha hecho parecer como una de las formas de la democracia representativa que llegó para quedarse, cuestión más que absurda.
En torno a la seguridad, uno de los déficits más sentidos del gobierno de Peña Nieto, Andrés Manuel, de manera controvertida, inmiscuye hasta el cuello al Ejército, que en doce años de guerra en la calle no ha generado más que nota roja: pone en predisposición una pregunta ante la militarización policiaca: ¿qué hará la diferencia en este nuevo gobierno del uso del Ejército?, ¿es acaso que con amor se resuelven los problemas de inseguridad que siguen estando presentes en el país?
De igual manera, ¿en qué medida veremos resultados en materia de combate a la corrupción e impunidad, cuando las consultas efectuadas han sido hechas al margen de la ley, a modo y con una dosis de “te oigo, pero no te oigo” por parte de Manuelovich?
En materia económica las variables son prácticamente las mismas: México no crece por el hecho de que AMLO tome el poder y el camino con la inversión extranjera y los precios del petróleo en el estado en que se encuentran dan para hablar de que nada se modificará en el primer año de gobierno.
El imperativo categórico sobre la demanda de los ciudadanos hacia la republica amorosa es que sea honesta, que de una vez por todas corrupción e impunidad sean extirpadas, pero muchas de las medidas anunciadas presagian violaciones al espíritu de lo propuesto y al discurso que el mismo López Obrador emprendió durante tantos años en contra del establishment.
¿Habrá llegado la hora de la mafia en el poder o habrá llegado una nueva mafia?
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
