A través de sus redes sociales, la jueza especializada en Justicia para Adolescentes, Ivón Ruiz Cerón, anunció su renuncia al Poder Judicial del Estado de Hidalgo. Esta decisión se tomó después de que, asegura, no fue escuchada por la presidenta Rebeca Stella Aladro Echeverría, luego de ser trasladada de ciudad para trabajar en un rol relacionado con la justicia para adultos, a pesar de que esa no era su especialidad.
La abogada menciona que incluso presentó una solicitud de amparo, ya que este cambio implicaba dejar sola a su hija de 8 años, quien depende totalmente de ella. La jueza argumentó el interés superior de la niñez en esta situación.
“Cuando un juez o jueza tiene que interponer un amparo contra los actos de su propio Tribunal debido a la violación de sus derechos y de los derechos de su hija, las cosas no están bien en la justicia. Creo que la política de puertas abiertas es simplemente un eslogan, y que el respeto y la profesionalización en la impartición de justicia y los derechos de los niños sólo se mencionan frente a las autoridades, pero en la práctica no se aplican. En ese contexto, no tiene sentido pertenecer a una institución así”, expresó la jurista.
Ruiz Cerón relató que el 15 de marzo le notificaron que debía presentarse a las 17:00 horas en la Secretaría General del Tribunal Superior de Justicia de Hidalgo, y acudió junto con su hija menor de edad. Sin embargo, no fue atendida hasta las 20:30 horas y se le informó que al día siguiente sería trasladada al Circuito Judicial de Ixmiquilpan para desempeñar el cargo de jueza de ejecución de adultos, un puesto para el cual no había competido profesionalmente.
Al día siguiente solicitó una entrevista con la magistrada presidenta para exponerle que el cambio afectaría la crianza de su hija, ya que ella es la única persona a cargo de la menor y no tiene a quién más dejarla. Hasta el momento, Aladro Echeverría no la ha recibido.
Ante la falta de respuesta por parte de la magistrada, Ruiz Cerón decidió enviar una carta a los miembros del pleno del Poder Judicial, pero tampoco obtuvo una respuesta. Por lo tanto, optó por recurrir a los tribunales federales en busca de un amparo, momento en el cual pareció convertirse en una “enemiga” dentro de la institución, lo que finalmente la llevó a presentar su renuncia.
La abogada informó que ha estado en el Poder Judicial durante 23 años y se especializó en justicia para adolescentes. Todos los puestos que ha ocupado los ganó a través de concursos públicos. Lamenta que el Poder Judicial no valore a sus miembros y que no respete los derechos de los trabajadores ni los de sus familias.
