Hasta aquí llegó Alito Moreno, es momento del PRI Hidalgo

Es evidente que Alejandro Moreno ya inició su campaña para buscar la presidencia de la República en 2024, a todo evento público y privado se presenta con una camisa blanca o roja que trae un parche enorme con su alias ‘ALITO’, y aprovecha su posición de presidente del PRI nacional para mandar el mensaje, ya sea en fotos o boletines, de que todo el priismo jala con él, cuando la realidad es otra.

 

Alito Moreno está solo, el líder nacional del tricolor es un actor político derrotado, su imagen se asocia a la de un hombre perdedor que no pudo en 2021 ni siquiera ganar Campeche, el estado que alguna vez gobernó, y el escenario empeora si se menciona quién le ganó (Layda Sansores), a esto hay que sumarle que no ganó ninguna de las 15 gubernaturas en disputa, además de que perdió ocho estados que gobernaba el PRI; un perdedor, pues.

 

Es por eso que vio en el PRI de Hidalgo una forma de mantenerse a flote, aunque para ello tuviera que faltar a su palabra y traicionar al principal activo del partido, atrajo la elección de candidatos para poder negociar, principalmente con la de Hidalgo, ya que de las seis gubernaturas en juego en 2022 sería la que tendría mayor posibilidad de mantenerse en poder del PRI por los buenos resultados del gobernador Omar Fayad y el trabajo partidista de Julio Valera; es decir, quiere cosechar lo que no ha sembrado.

 

Fue así que negoció y se impuso la candidatura de Carolina Viggiano en Hidalgo a cambio de recibir ese mismo apoyo a la hora de buscar la candidatura a la presidencia de la República, generó un encono al interior del partido estatal que pocos creían se superaría, situación que le convenía porque la victoria no es algo que necesite o precisamente busque para su secretaria general; sin embargo, sus enjuagues ayer se vieron afectados, el priismo hidalguense se unió alrededor de Carolina Viggiano e Israel Félix se sumó con todo.

 

La victoria de Carolina Viggiano el próximo cinco de junio sería lo peor que le podría ocurrir a Alito Moreno, y es que después de tantas derrotas del PRI -por culpa de él-, una victoria en Hidalgo catapultaría de inmediato a otro priista en la lucha por la candidatura a la presidencia y posicionaría de inmediato al PRI de Hidalgo como el único capaz de ganarle a López Obrador en 2024.

 

Sería tal la fuerza del priismo hidalguense que todos los tricolores que perdieron sus respectivas contiendas electorales teniendo como líder nacional a Alito Moreno verían en el partido de Julio Valera, en el estado de Omar Fayad y en la gobernadora electa Carolina Viggiano una posibilidad real de arrebatarle la presidencia al partido Morena de López Obrador.

Estos escenarios para el 2024 dejarían sin ninguna posibilidad a Alito Moreno y el nombre del candidato o candidata del PRI y de una posible alianza con PAN y PRD a la presidencia de la República tendría que salir del Grupo Hidalgo y del Grupo Coahuila, teniendo a Carolina Viggiano como principal intermediaria y operadora.

 

Lo que se vio ayer es que el PRI de Hidalgo está unido y unido es poderoso, y que como buenos políticos no solo están jugando por la gubernatura de Hidalgo, esa, piensan que ya la tienen en la bolsa, lo que ellos ya están jugando es la renovación de la presidencia y no tardan en expulsar o pedir el cambio de Alito Moreno.


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