El presidente del circuito Horacio de la Vega había anunciado con bombo y platillo una expansión a 20 equipos, el máximo de participantes en la historia de la liga, a pesar de los problemas económicos que experimentan cuatro o cinco equipos.
Ahora se anuncia que los Generales de Durango no podrían jugar, porque su dueño, el venezolano Carlos Lazo tiene problemas en su empresa YOX Capital.
Además, el estadio de los Conspiradores de Querétaro aún no está listo y se ignora donde podrían jugar.
Pero no es de extrañar, pues el pentatleta y funcionario, actual presidente de la Liga, permitió que los Piratas de Campeche jugaran todo hace dos años en calidad de visitantes toda la temporada y que hubiera juegos de siete entradas entre semana, “para agilizar la duración de los juegos”.
Y es que los últimos presidentes de la Liga no son gente de béisbol, sino funcionarios y comerciantes que buscan su propio beneficio y que no les interesa el rey de los deportes.
Baste recordar al nefasto beisbolero Javier Salinas, con su peregrina idea de hacer minicampañas. para tener más liguillas y de cuya mala gestión con las Grandes Ligas, apenas y se está recuperando el circuito veraniego.
El último presidente beisbolero fue Plinio Escalante, quien duró una década, y antes que él estuvo Pedro Treto Cisneros 16 años y Antonio Ramírez Muro, 19 años.
Urge pues una persona que sí sepa de béisbol y que le dé estabilidad al circuito.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
