El atentado contra Ciro Gómez Leyva ha causado escozor en el ámbito político en México, debido a que el oficio de periodista se ha vuelto cada vez más peligroso y los ataques son constantes, pese a que se le ha exigido al gobierno y a diversas organizaciones nacionales e internacionales que brinden protección a las y los periodistas.
Las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha insistido que el atentado contra Gómez Leyva es un “asunto de Estado”, denotan el compromiso del mandatario con salvaguardar la integridad de los periodistas, y concretamente de Gómez Leyva, quien irónicamente ha hecho del presidente el blanco de sus críticas, lo mismo hacia su persona que hacia su administración.
López ha tenido una sólida postura de defensa a este gremio y eleva el grado de respuesta y conciencia social frente a los asesinatos que han estado ocurriendo desde hace varios sexenios.
El respaldo del presidente a Gómez Leyva significa que su responsabilidad va más allá del encono irracional que la prensa abiertamente conservadora ha sostenido en su contra, creando un clima hostil e incierto porque las noticias se manejan sin atender a la probidad de la conducta de este sector del periodismo en México.
En esta tesitura, es evidente que la actual administración debe crear nuevos instrumentos de seguridad para el gremio periodístico, al tiempo de realizar esfuerzos coordinados con los organismos nacionales e internacionales que se encuentran dando la batalla para salvaguardar a los periodistas en diferentes latitudes.
Una nueva lógica del periodismo debe existir para que esta profesión tenga la estabilidad necesaria para realizar una de las tareas sustantivas de la sociedad, que exige información de las diferentes dimensiones de la realidad para contrarrestar el dantesco escenario que se vive en todo el mundo.
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Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
