Con la reaparición del exgobernador de Hidalgo, Francisco Olvera Ruiz, en la instalación de la organización ciudadana denominada “Puntos de Encuentro” se abre nuevamente la cloaca de su administración, cuyas corruptelas y malas prácticas motivaron que el exsubsecretario de Finanzas de la SEPH, Pablo P.M., emitiera una carta dirigida al exmandatario y con copia a la Fiscalía Especializada en Delitos de Corrupción en la entidad, donde lo señaló de traición y enriquecimiento ilícito.
Y es que, de acuerdo con las palabras de Pablo P.M., la malversación de recursos públicos fue “un error que me tiene aquí por haber confiado en ti al entregar la lealtad y confianza, mientras tú gozas de una riqueza absolutamente ilícita”.
Pablo P. está cumpliendo una pena de más de 10 años de prisión en el Centro de Reinserción Social de Pachuca, pero claramente dejó ver que el mal manejo de los recursos públicos tuvo el consentimiento de Francisco Olvera, a quien le reprocha dejarlo en el abandono y traicionar a quienes le mostraron lealtad.
Pero no sólo se trata de lo que ha señalado el exsubsecretario de Finanzas, pues Francisco Olvera no ha cuidado las formas que para efectos políticos debería, porque él ya fue gobernador y sabe que la forma es fondo, lo que ha ocasionado que para el gobierno de Julio Menchaca sea un personaje incómodo. Tal parece que acabando su administración salió huyendo ante la llegada de Omar Fayad y ahora regresa como si nada.
El mensaje de Pablo P. jamás se hubiera escuchado en otros tiempos y en otras circunstancias, pero tan convulsa se ha vuelto la política que ante la llegada de un nuevo régimen al poder pocos supieron qué hacer y ahora flotan sobre las aguas negras de la política los restos de personajes que fueron parte de la putrefacción del poder y que hoy buscan nuevamente sentar sus decadentes hierros con las sobras de las ruinas.
Parece que Paco Olvera no aprendió la lección y tan pronto asomó la cabeza recibió la misiva de su excolaborador. Si fue capaz de exhibirlo uno de sus incondicionales, qué no podrán hacer los que no lo son.
Asimismo, la aparición del exmandatario en la escena pública puede ser un duro revés para el Comité Estatal del PRI y las huestes de Carolina Viggiano. Personajes así, que son exhibidos por sus excompañeros, francamente no suman en nada y además perjudican el diminuto poder que ahora tiene el PRI y que difícilmente podrá revertir; basta con ver las fotos de sus redes sociales para darse cuenta que es apenas un puñado de políticos jubilados, sin ahínco, sin aportación alguna y que seguramente lo único que quieren es ya descansar de los bretes políticos.
Y aunque parezca increíble, Paco Olvera sigue moviendo algunas fichitas desgastadas y desangeladas de quienes formaron parte de su grupo político y su gabinete, pero que evidentemente no garantizan el mayor peso para la elección del 2024.
En pocos meses sabremos la aportación o la estocada final que significará Francisco Olvera, mientras tanto tendría que responder sobre las acusaciones puntillosas que le hicieron, porque el que calla otorga y su silencio ante los señalamientos hace mucho ruido en la esfera política.
