Las niñas de rosa y los niños de azul

La nueva ministra Damares Alves, que debe proteger a la mujer, a la familia y a los derechos humanos en el gobierno de Jair Bolsonaro en Brasil, evidencia el perfil fascista que tiene este gobierno y, que sin duda, habla de serios regresionismos sociales ante el ascenso de una derecha ciega y perra.

Es claro que ante el pasado militar de Bolsonaro y ante las falencias de la izquierda en Brasil, la realidad social osciló como péndulo y permitió que por la vía electoral se buscara un “gobierno de mano dura”, para atacar a la corrupción que pulula en la clase política brasileña y en la corrupción, prácticamente generalizada en el aparato público y sus servidores; pero la cura que plantearon los electores brasileños implica apagar el fuego con el fuego.

La ministra Damares Alves es de corte fiel a Bolsonaro y al recalcitrante empuje del neofascismo brasileño que se tiñe de grupos conservadores que pretenden no sólo controlar el rumbo de la economía neoliberal, sino también la educación y la cultura para cambiar la cara de Brasil, por lo que se asoma un negro panorama.

Ya habíamos visto diferentes ascensos de la derecha lo mismo en Austria que ante el recrudecimiento del republicanismo en Estados Unidos con Trump, por lo que nada de lo que suceda es nuevo, pero entraña que las sociedades son ciegas y para buscar curas a la corrupción e impunidad, prefieren consumir veneno para extirpar el cáncer.

El colmo de la pendejada de la ministra Alves estriba en que desea que en las escuelas las niñas vistan de rosa y los niños de azul, en una afrenta de género para crear un ámbito sexista sin precedentes, abrir las diferencias de géneros y crear una frontera que afiance roles que históricamente, no sólo en Brasil sino en occidente, hemos tratado de cambiar para generar mayor inserción social y oportunidades de desarrollo humano.

Lo cabrón es que la ministra Damares Alves es la encargada de proteger los derechos humanos en Brasil y lo que denota es que va a crear un símil de “la liga de la decencia”, donde el conservadurismo se impondrá sobre la dignidad social.

¡Que dios y la cordura proteja a los brasileños!

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.






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CRONOS - Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.