La semana pasada la bancada de Morena Hidalgo lució su falta de tino en el Congreso al enumerar iniciativas sin pies ni cabeza, que sólo exhiben su falta de coordinación y la necesaria existencia de un líder o dirigente al interior del instituto político para “revisar” las hazañas legislativas.
Para empezar, Rafael Garnica Alonso planeaba convertir las peleas de gallo en patrimonio cultural, pero se le olvidó que la facultad para hacer una declaración de patrimonio cultural del estado de Hidalgo únicamente le corresponde al gobernador, con base en la Ley de Cultura que aprobó el Congreso.
El diputado de Morena se aventó una propuesta que de antemano no podría ser aprobada, un tema que no está dentro de sus facultades legislar, y una polémica que orilló a los morenistas a reconocer la importancia de organizaciones animalistas. Aunque más llamó la atención que Ricardo Baptista González saliera a reconocer ante medios de comunicación que no es prioridad del grupo morenista hacer de las peleas de gallos patrimonio cultural, pasando también por alto el pequeño detalle de que no poseen dicha facultad.
Es decir, Morena cuenta con 17 diputados locales, se ha hecho de la Dirección de Comunicación Social y la de Servicios Legislativos, pero no logró discernir entre las facultades legislativas y las del Ejecutivo. Los diputados de Morena, en ya tres meses de trabajo, no han aprobado una reforma de ley o un punto de acuerdo que sea trascendental para los hidalguenses, pero se dan el lujo de pugnar por que las peleas de gallo sean patrimonio cultural.
¿Dónde está la cuarta transformación en Hidalgo? ¿A cargo de diputados locales que solamente quieren una foto en la tribuna hablando de que “acabarán con la corrupción”? Tal vez el Poder Legislativo tenga un virtuoso cuadro de académicos pero no han hecho nada ni marcado diferencia alguna; al contrario, están mostrando falta de capacidad para representar a la población.
POSTDATA: No se puede dejar de mencionar a Lucero Ambrocio Cruz, quien propuso una iniciativa para descuentos a los estudiantes en el transporte público, desconociendo que es el sector de la población que mayores ganancias genera a los transportistas, por lo que terminó dando de baja su propuesta con la promesa de “estudiar” el tema. Ambrocio Cruz demuestra que es más fácil manifestarse gritando consignas como “gobierno corrupto” o hablar sobre la corrupción, pues se coloca en esa fracción de Morena que es incompetente para ejercer un cargo y asumir responsabilidades.
Por: Martha Sáenz
Opiniones y cuentos de lo que veo.
