Uno de los personajes más populares del universo de Marvel es el sorprendente Hombre araña. Desde fines de los setenta, cuando Nicholas Hammond lo personificó por primera vez, las aventuras de Peter Parker, ideadas por Stan Lee, han sido motivo de 11 películas.
La más reciente cinta, Spiderman: sin camino a casa, de Jon Watts, se ha convertido de golpe y porrazo en una de las cintas más taquilleras de todos los tiempos, con todo y pandemia.
El guion, de Chris Mckenna y Erik Sommers, narra cómo la vida del Hombre araña (Tom Holland) se arruina, al enterarse todo el mundo de su verdadera identidad, por lo que decide recurrir al Doctor Strange (Benedict Cumberbatch) para que haga un conjuro de olvido, pero este sale mal y lo único que consigue es que aparezcan en su mundo los antiguos villanos el doctor Octavious (Alfred Molina), el Duende Verde (Willem Dafoe), Elektro (Jaimie Fox), el Arenero (Thomas Haden Church) y el Lagarto (Rhys Infans); para su fortuna, también aparecen sus homónimos (Tobey McGuire y Andrew Garfield).
Los puristas de la saga arácnida, como un servidor, cuestionan varios de los enfoques que se le ha dado a la historia, que están hechos para modernizar y hacer más accesible al personaje, quien originalmente era un tímido estudiante que se ganaba la vida como fotógrafo de El Clarín.
Lo cierto es que Spiderman: no way home ha convertido al Hombre araña en uno de los personajes más populares de la cinematografía, que desde los sesenta ha sido el ídolo de diferentes generaciones.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
