Nander

Sin espacio ni tiempo, sólo en el sentimiento te encumbras con la fuerza del amor, trasciendes desde tus ojos de universo con la fuerza de la estrella de la mañana que abre con su aliento la luz, aquella que te trajo a mis brazos y que entre lágrimas y risas se convirtió en destino.

Torbellino hecho sonrisa, de piel de espuma y cabellos dorados, con los ojos vivarachos, inmensos, llenos de sueños abiertos al mundo, de alma noble y corazón puro. Ese es Nander.

Transita con la fuerza de un espíritu limpio, no envidia ni odia; colosal fuego que lo invade todo para atraer más allá de la piel, más allá de la estampa de caballero y aventurero, con el ensueño de sus ojos de niño, aquellos que conquistaron la vida desde su tierna infancia, siempre con humildad y sencillez, siempre con pasión y gloria.

Pero Cronos se llevó al niño y nos regaló al jovencito, me lo arrebató mientras yo le suplicaba que me dejara al niño para siempre, que no me arrebatara las risas de Navidad, las lágrimas de enfermedad y la esperanza de su ser.

Sin sospecharlo, lo llevé al kínder como soldado en esa mañana sin tiempo, con uniforme y peinado de cadete; estoico y con alegría se unió a sus camaradas de armas, los libros y los cuadernos desfilaron por sus manos y sus ojos trazaron nuevos diálogos y pensamientos. Surgieron las preguntas: papá, ¿qué es una montaña?; papá, ¿por qué los números?, ¿3,6,9?

 

 

Entre dos mundos

La historia se escribió desde el sur del continente y México, dos formas de hablar y entender la vida, dos familias y un horizonte complejo, inhóspito, cuatico y bakan, para conformar una inteligencia aguda, dispuesta siempre a conocer, con deseos de apreciar lo bello y lo humano, sin petulancias ni egoísmos ciegos, con el alma de un atleta que compite siempre.

Hoy se yergue en sus mocedades, espigado, aventurero, prócer de las batallas del futbol, incansable conspirador del amor, apuesto y majestuoso, presto a construir lo más grande que un hombre puede regalarle a la vida: su respeto. Ese es Nander.

Consultoría Política y contacto público: [email protected]

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.


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CRONOS - Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.