Rusia e Israel tienen una estructura política flagrante en la violación de los derechos humanos. Es sorprendente la impunidad de ambos países en los conflictos de Ucrania y Palestina, pues no ha habido mayores pronunciamientos a nivel internacional que sirvan, al menos en la ética política, como una postura de sensatez.
Las palabras del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, por la violación de los derechos humanos por parte de Rusia e Israel son una verdadera infamia y comprueban que este organismo ha funcionado solamente como un simulador de defensa internacional.
Nos encontramos en una era de neoimperialismo de las grandes potencias, las cuales disfrazan sus actos de lesa humanidad en contubernio con la ONU, títere de los países que tienen oprimidas a naciones pobres e indefensas.
El genocidio en Ucrania y Palestina habrá de repetirse en distintas latitudes, los pueblos serán masacrados sin misericordia, porque los apetitos imperiales jamás han sucumbido frente a la moral de la humanidad y mucho menos frente al repudio social.
La conciencia social, desde hace décadas, se encuentra enclaustrada por los apetitos de las grandes potencias, que se ensañan en la depredación de los países pobres, los cuales quedan a la deriva, en la indefensión y como despojos de los mercados.
No cabe duda: los gobiernos de Rusia e Israel causan indignación.
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
