Canta el gallo y el de mayores espolones es el pejelagarto, que nuevamente se pone en la antesala de la silla de Los Pinos.
Después de la debacle panista, de los apretados resultados en el Estado de México y los renovados bríos de MORENA, la mesa está puesta para que Andrés Manuel sea el gallo a vencer y que todo se centre en la lucha contra el PRI.
Si lo matrero del partido se impone, el tricolor debe apostar por el actual secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong, porque en tiempos de tempestades ha sabido sortear el camino y no se ha movido con la sagacidad que requiere la custodia de la política interior.
Salvo que nos pudiéramos llevar un desencuentro mayúsculo, no se avizora ningún gallo con mayores ni mejores espolones que Miguel Osorio y, en lo profundo, la empatía ciudadana se guía hacia él.
Repensemos y repasemos nombres de priistas que han sonado, como Narro, Beltrones, Nuño y Meade; en ninguno de los casos las cuentas han salido de la mejor manera y ello incide en el ánimo de los votantes para buscar firmeza de mando y liderazgo sin vacilaciones.
La contienda de 2018 se presenta tan cerrada como la justa entre Calderón y López Obrador, sólo que esta vez en un escenario donde la clase política presenta una mayor erosión y el desencanto social se ha incrementado a pasos agigantados ante el crecimiento de los problemas por los que atraviesa el país y la pérdida de oportunidades de vida de la población.
Es indiscutible que la justa presidencial ya se acotó a dos fuerzas políticas y que la chiquillada partidista se habrá de plegar a estos proyectos tratando de salvaguardar tanto la plaza como el precario orgullo que los tiene de pie.
El nivel de la contienda presidencial enfrentará a las dos fuerzas más populares del país, por lo que ambas deberán verse cercanas a los que menos tienen y coquetear con los sectores medios para poder inclinar la elección. El termómetro que fue el EDOMEX prevalece como la medida para vaticinar que lo que viene sacará chispas y sólo el gallo que demuestre cordura y proyectos sin vacilaciones podrá ocupar Los Pinos.
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
