Tribunales mediáticos, ¿la nueva justicia en México?

“Nunca creas todo lo que veas, escucha la mitad de lo que oyes, y si alguien te pide que veas a la luna, mírala” – Proverbio oriental

 

Se ha hablado mucho sobre los “Porkys de Costa de Oro”, especialmente sobre la sentencia de amparo a Diego Cruz, dictada por Anuar González Hemadi, juez tercero de Distrito en Veracruz quien consideró que no existían elementos suficientes para resolver en contra del joven.

Y es que si uno lee la sentencia, en verdad ésta carece de elementos para haber decidido lo contrario. El problema es la argumentación del juez, que es muy endeble, pero no lo es el fondo y su decisión. En resumen: no se acreditó el cuerpo del delito, ya que las pruebas principales, que son el peritaje psicológico y la declaración de la imputada, Daphne Fernández, carecen de un sustento fuerte, por así decirlo.

El peritaje psicológico no refiere específicamente un hecho que pudiera haber derivado de la conducta de Diego Cruz, ergo, sólo mostro el dictamen acerca de que la persona presentó una afectación psicológica, pero no específicamente de ese hecho, y por ende no es eficaz para acreditar la responsabilidad.

En cuanto a la declaración de Daphne Fernández, existen discrepancias entre los testimonios y sus dichos, y al no contar con pruebas suficientes, no se dictó el auto de formal prisión.

Este caso se ha vuelto mediático, las opiniones son emitidas por periodistas que no conocen de la materia y abogados que no han leído ni siquiera la sentencia, hablan sobre lo que han leído en las redes sociales y medios de comunicación, como al decir que la acción penal es una presunta violación cuando esto no es cierto; lo que se está persiguiendo es pederastia agravada.

Es tanta la presión de los medios y de la sociedad que se ha vulnerado la independencia judicial, llegando a la destitución del juez, y en redes sociales tanto su familia como él fueron víctimas de amenazas.

Lo que hay que saber es que el amparo no resuelve la inocencia de Diego Cruz, tan sólo resuelve el auto de formal prisión; en segundo lugar, hay que tener en cuenta que no se debe creer todo lo que se ve en los medios de comunicación, ya que en lugar de informarnos nos desinforman. En México existe una agravada ignorancia supina donde todos los que opinan son especialistas de cualquier materia, y llegan a ser “todólogos”.

En cuanto al caso del amparo, el juzgador no tiene la culpa de haber emitido así su fallo, en dado caso la tiene el Ministerio Público por no recabar y otorgar pruebas contundes para probar la responsabilidad del quejoso. Pero este siempre será el lastre en materia penal en nuestro país, tengamos sistemas judiciales viejos, nuevos, mixtos, siempre pasará lo mismo: si los Ministerios Públicos no hacen su trabajo como se debe e integran una carpeta de investigación eficiente desde el inicio, siempre quedarán actos impunes; se necesita gente capaz, que apruebe un examen minucioso para obtener el puesto de Ministerio Público, una certificación anual, una colegiación obligatoria, entre otras cosas.

Como abogado, conozco a varios Ministerios Públicos que no son los mejores elementos para ocupar dichos puestos, aunque también debo de admitir que conozco a algunos que merecen mi respeto, pero son muy pocos. Por eso es que la justicia está como está, no sólo en Hidalgo o Veracruz, sino en todo el país.

Por: Armando Nieto Hernández

Licenciado en Derecho por la Universidad La Salle Pachuca; maestro en Derecho Procesal Constitucional por parte de la Universidad Panamericana; miembro del Ilustre y Nacional Colegio de Abogados de México. Jurista, filósofo, escritor, amante del arte, la poesía, la música, los libros y el buen vino. Especialista en temas de carácter constitucional, político y económico-social.


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EN LA OPINIÓN DE... - Armando Nieto Hernández

Licenciado en Derecho por la Universidad La Salle Pachuca; maestro en Derecho Procesal Constitucional por parte de la Universidad Panamericana; miembro del Ilustre y Nacional Colegio de Abogados de México. Jurista, filósofo, escritor, amante del arte, la poesía, la música, los libros y el buen vino. Especialista en temas de carácter constitucional, político y económico-social.