Trump humilla a Peña Nieto

Como lo habíamos vaticinado, México no le merece ningún respeto al presidente Donald Trump, frente a los retos que para él significan poner al día sus relaciones con Rusia y China.
En medio de las expectativas generadas por el encuentro bilateral entre el mandatario estadounidense y su homólogo ruso, Vladimir Putin, en el marco de la Cumbre del Grupo de los 20 (G20) en Hamburgo, Alemania, el impredecible Donald Trump volvió a humillar al presidente Enrique Peña Nieto, al repetirle que México pagará la construcción del muro fronterizo con Estados Unidos.

Peña Nieto permitió que los comentarios de Trump pasaran por alto, los reporteros le preguntaron a Trump si él esperaba que México financiara el muro fronterizo y sin miramientos, olvidando el protocolo y lo convenido, el estadounidense respondió diciendo que absolutamente, México tendría que pagar por ello. Sin embargo, como si no hubiera pasado nada, Enrique Peña Nieto se sentó en silencio a su lado.

Luego el mandatario mexicano agradeció a Trump por el encuentro bilateral, dijo que eso permitiría mantener un diálogo fluido entre ambos países para avanzar en la renegociación del TLCAN, trabajar en materia de cooperación para la seguridad de ambos países, especialmente en las fronteras, y en el tema migratorio, así como en temas de seguridad y combate al crimen organizado. Finalmente agradeció al presidente por la oportunidad de poder conversar con él.

En la reunión bilateral, la primera entre los dos presidentes desde que Trump tomó posesión y también la primera del mandatario estadounidense en el marco de la Cumbre del G20, él volvió a arremeter contra México; mientras que la pasividad de Enrique Peña Nieto evocaba los viejos recuerdos de humillación para los mexicanos por parte de los estadounidenses y la pérdida de la mitad de su territorio.

Sólo recordemos que en agosto pasado, atendiendo a una invitación de Peña, el entonces candidato a la presidencia de Estados Unidos viajó a la Ciudad de México, fue recibido en Los Pinos y explicó ahí sus planes. Trump lo trató de amigo entonces, como ahora en la Cumbre de G20, pero Peña Nieto fue incapaz de contradecirlo; horas más tarde en Arizona, retomaba su propuesta de campaña frente a sus seguidores y reafirmaba su compromiso de construir el muro fronterizo, el cual México pagaría de una forma u otra.

Se había programado una reunión entre los dos presidentes para el 31 de enero pasado en Washington, que fue cancelada después de que Trump señalara a través de su cuenta de Twitter que Enrique Peña Nieto “no debería molestarse en venir si el muro no estaba en la agenda”.

Para limar asperezas, los equipos de ambos presidentes lograron concertar una llamada telefónica entre ambos a principios de este año; fue entonces que el gobierno mexicano anunció que el acuerdo había sido no hablar en público sobre el muro fronterizo, un trato que Trump ha roto en repetidas ocasiones.

A principios de este año, el empresario Carlos Slim, que conoce de sobra al presidente Trump, sintetizó la estrategia en las negociaciones diciendo: él negocia con sus adversarios cuando son fuertes y los aplasta cuando ve que son débiles.

Trump ha mostrado su desagrado hacia México y a su presidente, su deseo sistemático de ofender a México y ha evidenciado la falta de voluntad de Enrique Peña Nieto de hacer frente a Estados Unidos.

Las negociaciones sobre el TLCAN están programadas para comenzar en agosto próximo. Todo indica que el gobierno mexicano está dispuesto a ser humillado e insultado en público si así se mantiene el tratado en su nivel actual, que permite hoy a México exportar hacia esa zona de libre comercio el 82% del total de sus productos.

El gobierno del país desea conservar uno de los 16 tratados comerciales firmados por el país y no su supresión, lo cual explica la disposición de Peña Nieto de evitar las confrontaciones a cualquier precio, incluso la dignidad. Esto hace que los mexicanos evoquemos el triste nombre del general Antonio López de Santa Anna, humillado, vencido y doblegado ante el Tío Sam y los Tratado de Guadalupe Hidalgo.

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Por: José Luis Ortiz Santillán

Economista, amante de la música, la poesía y los animales. Realizó estudios de economía en la Universidad Católica de Lovaina, la Universidad Libre de Bruselas y la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba. Se ha especializado en temas de planificación, economía internacional e integración. Desde sus estudios de licenciatura ha estado ligado a la docencia como alumno ayudante, catedrático e investigador. Participó en la revolución popular sandinista en Nicaragua, donde trabajó en el ministerio de comunicaciones y de planificación. A su regreso a México en 1995, fue asesor del Secretario de Finanzas del gobernador de Hidalgo, Jesús Murillo Karam, y en 1998, fundador del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.


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CONTEXTO ECONÓMICO GLOBAL - José Luis Ortiz Santillán

Economista, amante de la música, la poesía y los animales. Realizó estudios de economía en la Universidad Católica de Lovaina, la Universidad Libre de Bruselas y la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba. Se ha especializado en temas de planificación, economía internacional e integración. Desde sus estudios de licenciatura ha estado ligado a la docencia como alumno ayudante, catedrático e investigador. Participó en la revolución popular sandinista en Nicaragua, donde trabajó en el ministerio de comunicaciones y de planificación. A su regreso a México en 1995, fue asesor del Secretario de Finanzas del gobernador de Hidalgo, Jesús Murillo Karam, y en 1998, fundador del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.