UAEH: ¿autonomía para qué y para quién?

¿De qué está hecha una comunidad educativa? En términos reduccionistas, una comunidad de este tipo está integrada por estudiantes y profesores; en ellos recae el peso de las decisiones tomadas a gran escala dentro de un sistema educativo y de todos los elementos que lo conforman.

La UAEH ha atravesado un largo proceso en el que ha defendido, con todos sus recursos, la autonomía de la institución y de su comunidad (que debería incluir a todos y cada uno de los miembros que la conforman), asunto que nos lleva a preguntarnos: ¿autonomía para qué y para quién?

Cualquier decisión dentro de la institución debe pasar por el filtro del patronato universitario: las contrataciones, los proyectos productivos e incluso las publicaciones que realiza se ven sometidas a dicha instancia. De esa forma, la autonomía se concentra y se privatiza para un solo sujeto que no será necesario mencionar. Entonces, esta autonomía no es un bien comunitario compartido por los miembros de la universidad, incluidos administrativos de alto rango, coordinaciones, cuerpos de investigadores, directores y responsables de los medios institucionales, quienes no tienen la capacidad para tomar decisiones sin consultar al patronato.

Incluso el mismísimo rector de la universidad ha sido corregido y controlado en actos públicos por el presidente del patronato universitario, lo que deja entrever los papeles que se juegan en la institución.

Y no hay mucho que decir sobre la autonomía que no tienen los profesores, quienes son la cara de la universidad, el contacto directo con los estudiantes y la última cadena del eslabón organizacional; maestros que tienen que atravesar por un tortuoso camino para conseguir los beneficios congruentes con el trabajo que se les exige no sólo en las aulas, sino fuera de ellas, porque además de maestros, también se han convertido en militantes del partido que, en turno, otorgue mayores beneficios a la autonomía de uno y a la dependencia de los miles de trabajadores y estudiantes que pertenecen a la comunidad UAEH.

El tema no se acaba, y mientras quienes hacen el trabajo duro dentro de la institución no tengan los beneficios y la autonomía que, paradójicamente, se les ha obligado a defender, habrá mucho, pero mucho que decir y analizar.