Han quedado atrás las comparecencias de los secretarios del staff del gobierno de Julio Menchaca y una verdad incómoda sobresale frente a la opinión pública en el cumplimiento del mandato ciudadano: “ni son todos los que están, ni están todos los que son”.
No se puede pedir un gobierno de miel sobre hojuelas, no al menos en torno a la reestructuración del gobierno de alternancia de Julio Menchaca y, mucho menos, en la renovación de cuadros políticos de servidores públicos que no basta con su filiación política a Morena para trascender en el encargo público.
A flor de piel, las comparecencias de los secretarios del staff de gobierno dejan las huellas de un trabajo que constantemente requiere ser revisado frente a los alcances y logros de gobierno. La concreción de la tarea pública no puede ni debe generar frustración ciudadana frente a la renovación política que vive Hidalgo y la nación.
Es evidente que el cambio estructural de gobierno no se da por decreto. En este tránsito histórico suele acompañar -como toda evolución política- la raquítica paciencia de la sociedad que espera de inmediato que sus necesidades sean resueltas, porque el sólo hecho del “cambio político” es tomado como un referente positivo en la integración y desarrollo de la esfera gubernamental.
En contraste a los cuestionamientos que pululan en las comparecencias del staff de secretarios de gobierno, la ciudadanía ha acogido con un ánimo sobrado las Rutas de la Transformación del gobernador Julio Menchaca y las Faenas de la Transformación del alcalde Jorge Reyes. En ambos casos prima el reconocimiento no sólo a la asistencia social, sino el compromiso de proximidad ciudadana como ejemplo de la transformación política que vive la entidad y el país.
En el tránsito del tercer año de gobierno de Julio Menchaca, las comparecencias del staff de secretarios de gobierno son ya un indicador de los alcances de la estructura burocrática que despliega a nivel institucional la operatividad e interoperabilidad pública. La radiografía de sus alcances y logros en sus informes administrativos, ya debe perfilar los cambios posibles y necesarios para asegurar que el piso firme de la medianía del tercer y cuarto año de gobierno edifique la continuidad transexenal de Morena Hidalgo en el poder público.
El balance del gobierno de Julio Menchaca es positivo y oscila en los contrastes con los gobiernos del antiguo régimen. En este espejo público, la ciudadanía aún no experimenta el impacto de las macro obras que se encuentran en construcción dentro de la planeación estatal en consonancia con el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, por lo que los programas sociales deben incrementar la presencia gubernamental en la ciudadanía.
Es evidente que los discursos políticos sobre la revitalización de la democracia desde la izquierda y su ascenso con López Obrador han dejado su lugar al imaginario de la concreción de la tarea pública. En este espacio la ciudadanía espera que las propuestas de campaña hagan posible que los programas sociales y la generación de oportunidades integren las grandes soluciones a las necesidades sociales.
Debe primar la claridad en el gobierno de Julio Menchaca sobre la posible reestructuración del gabinete del staff de secretarios. El escrutinio ciudadano no suele ser veleidoso, pero debe primar la evaluación de indicadores en el esquema de logros y realizaciones de gobierno para fortalecer el staff directivo en las secretarías que hacen posible el Plan Estatal de Desarrollo, para que no sea letra muerta ni una barrera transexenal a la continuidad del gobierno de Morena Hidalgo.
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
