En un diálogo de sordos, sórdido y pletórico de errores semánticos como reflejo de un inconsciente reprimido y a contra facto histórico, el presidente del PRI en Hidalgo ha manifestado que “nadie acaparará candidaturas” en el proceso electoral de 2024.
Si el líder tricolor hace esta advertencia, quiere decir que a lo largo de la historia ese partido sí ha acaparado candidaturas (mis amigos me dirían: “¡brujo!”) y si sometemos este análisis a la psicología de masas, Marco Mendoza Bustamante está aceptando que el PRI tiene raíces podridas en su democratización interna y externa, cuestión que ni siquiera se asume como una autocrítica y quiebre con el pasado y presente inmediato de dicho instituto, ya que el presidente nacional priista, Alejandro Moreno, ha sido acusado de que las candidaturas eran bandera de arreglos, contubernios, juego de intereses y prebendas en la oscuridad.
El discurso político de Mendoza Bustamante es erróneo porque no critica con mano firme la oscuridad en la que se desenvuelve el PRI, para entonces hacer una profunda autocrítica y plantear las acciones que harán posible el control, saneamiento y corrección de las prácticas de autoritarismo, cúpula, élite y corrupción que han primado en el tricolor, lo cual sí tendría el impacto que busca en la ciudadanía y bases militantes y que erróneamente plantea desde su retórica.
¿Cómo puede un partido tener autoridad moral cuando se envía un discurso a contra facto histórico? ¿Cómo puede aspirar a ser un instituto de vanguardia y protagonista del espectro político cuando sus dirigentes dan un paso al frente y tres pasos hacia atrás?
Es innegable que la alianza del Frente Amplio por México nace en un mar de corrupción y autoritarismo que no propicia legitimidad y credibilidad pública, por lo que el error de su discurso político no estriba en hablar de democratizar sus fuerzas, sino del porqué se deben democratizar para superar, borrar, cambiar y enderezar las prácticas monopólicas del poder de los partidos que, de manera odiosa y vertical, han segado sus proyectos.
Esta retórica a contra facto histórico revela una verdad que, por cierto, jamás ha estado oculta ni para la militancia del PRI ni para la sociedad, por lo que es necesario limpiar lo que a todas luces está podrido.
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Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
