El exencargado de la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo (PGJEH), Santiago Nieto Castillo, reconoció que uno de los pendientes que deja tras 16 meses al frente de la dependencia es cumplimentar la orden de aprehensión contra César Román Mora Velázquez, quien fuera contralor de Omar Fayad Meneses, ello como parte de las investigaciones del maxiproceso de la Estafa Siniestra.
“Me hubiera gustado poder cumplimentar la orden de Mora; es un pendiente que hasta el día de hoy tenemos”, expresó en entrevista con medios, tras haber presentado su renuncia al gobernador Julio Menchaca Salazar.
Mora Román es señalado como uno de los artífices de la denominada Estafa Siniestra, un proceso de investigación que comenzó a la llegada de Santiago Nieto a la PGJEH y que involucra en desvíos millonarios de recursos públicos a alcaldes, subsecretarios y secretarios de estado durante la administración del hoy embajador de México en Noruega.
El excontralor del Gobierno de Hidalgo cuenta con una orden de aprehensión vigente y una ficha roja que emitió la Interpol, pero actualmente mantiene una demanda de amparo para evitar ser detenido.
De igual forma, el precandidato al Senado de Morena mencionó que otro asunto sin resolver es el caso de la doctora Leslie Moreno, quien fue víctima de violencia ácida. En este contexto, lamentó que no se haya avanzado en el tema, pues una jueza decidió no vincular a proceso a la persona que atacó a la víctima.
“El testigo del caso fue asesinado en el Estado de México y el autor material, también. Ese es un tema pendiente”, agregó.
Asimismo, planteó la generación de agencias itinerantes, las cuales ya están aprobadas, pero falta un documento en la Coordinación General Jurídica para que comiencen a funcionar, así como la implementación de una unidad especializada LGBTTTIQ+.
Se va con el deber cumplido y sin escándalos
Nieto Castillo se dijo contento con los avances que realizó en la PGJEH mientras estuvo al frente y aseguró que se lleva a Hidalgo en el corazón.
Recalcó que deja este espacio público sin escándalos, como los ocurridos en sus salidas de la Fiscalía Especializada en Atención de Delitos Electorales (Fepade) y la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).
En el primero, ocurrió tras verse envuelto en una polémica luego de que declaró al diario Reforma que Emilio Lozoya, exdirector de Pemex, lo había presionado para que declarara públicamente su inocencia por presuntos desvíos de Odebrecht al PRI.
El segundo caso fue cuando renunció a la titularidad de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), luego de la polémica que desató la noticia de su boda con la consejera del Instituto Nacional Electoral (INE), Carla Humphrey, la cual estuvo supuestamente plagada de lujos, según algunas voces panistas.
