¿Qué buscan los Moreira y compañía?

Esta semana se llevó a cabo la Sesión Extraordinaria del Consejo Político Nacional del PRI, en la que Claudia Ruiz Massieu tomó protesta como secretaria general del Comité Ejecutivo Nacional (CEN).

Ruiz Massieu resurge en el plano representando –o así parece- a un antaño grupo que mantiene fuerza indiscutible; su peso es tal que en cotilleos políticos se menciona la posibilidad de que se haga cargo de la dirigencia tricolor en el año de la elección presidencial.

Dentro de su trayectoria, la exsecretaria de Relaciones Exteriores ha mostrado compromiso y lealtad al titular del Ejecutivo, a pesar de desaires propiciados por algunos miembros de gabinete; además, su apoyo será crucial en la selección del candidato tricolor.

Sin embargo, algunos integrantes del CEN vieron su añoranza por la Secretaría como quedar en tierra infértil, mostrando que el árbol genealógico de Ruiz Massieu no fue suficiente motivo para la asistencia de un importante grupo de gobernadores.

Fue el acto perfecto para dar pie al fortalecimiento de especulaciones sobre un bloque de gobernadores que pretende colocar al candidato en 2018, dejando de lado al Grupo Atlacomulco, augurando así el ascenso de un nuevo grupo de poderosos.

La sorpresa es que dicho frente lo encabeza Rubén Moreira, gobernador de Coahuila –según dicen los rumores- y esposo de Carolina Viggiano, diputada federal por Hidalgo, lo cual de antemano invita a una lectura bastante comprometedora.

Algunas especulaciones señalan que el enojo de la familia Moreira se originó en la designación de Miguel Ángel Riquelme Solís como candidato del PRI a la gubernatura, dejando fuera a sus delfines, por lo que ahora enfilan trabajos para restar apoyos a cualquier candidato con la venia presidencial.

El simple rumor genera cambios en el futurismo político, aunque era de esperarse que algunos tricolores buscaran posicionar a sus favoritos como presidenciables para asegurar un sexenio de favoritismos.

En el caso concreto de la familia Moreira, se trata de la preservación del poder a toda costa; la pelea entre los hermanos Rubén y Humberto ha sido reflejada en planas nacionales, mientras para otros es una simple pantalla para aminorar el poder del candidato a gobernador tricolor.

Se observa a un grupo bastante reducido que bien podría ser subsanado por capitales de institutos político diversos. Es cierto que se trata de personajes con peso político avasallador, pero también lo es que no representan un bloque unido ni decisivo que seguramente tendrá oportunidad de acceder a bastantes espacios en el siguiente sexenio, y es que en la política no todas las batallas se libran con la intención de ganar, sino con la de negociar.

El impacto de un posible bloque de gobernadores reviviendo el viejo “Todos juntos contra Madrazo” repercute directamente en la entidad, pues de resultar cierto el sospechosismo, obedecería a la presencia directa y activa de Alma Carolina Viggiano Austria, aspirante a senadora.

A últimas fechas, Carolina Viggiano ha generado sensaciones diversas por un comportamiento errático: buscando a toda costa acercarse al grupo del gobernador mientras estrecha sus vínculos municipales con Jorge Rojo y David Penchyna.

Por otro lado, se comienza a especular sobre una virtual presencia en medios de comunicación orientada a desfavorecer al grupo osorista, en la que conexiones y amistades llevan a señalar el nombre de la oriunda de Tepehuacán de Guerrero.

Este comportamiento pudo pasar desapercibido en medio del fuego amigo cruzado contra el gobernador hidalguense, pero una lectura nacional muestra matices encaminados a 2018 y la oposición directa de una legisladora hidalguense a las aspiraciones de Miguel Ángel Osorio Chong.

Lo cierto es que en el entrante mes de junio los triunfos o derrotas priistas aclararán el panorama otorgando capital para reclamar espacios públicos que podrían despegar aspiraciones gubernamentales en Coahuila o Hidalgo.

 

DESDE LA ANTESALA DEL INVENCIBLE

La semana pasada se dio una oleada de información intencionada sobre quién arribaría a la dirigencia estatal del CDE del PRI Hidalgo. Los días pasaron sin concretarse y parece que seguirá así, por lo menos hasta la designación del candidato presidencial.