Después de signado el pacto por la paz con el auspicio y aval del pontificado, y de cara a las críticas de la diputada española Cayetana Álvarez a López Obrador por la estrategia de “abrazos, no balazos”, Claudia Sheinbaum se encuentra perfilando la redefinición política en materia de seguridad, quita mitos y traza a profundidad el plan para combatir las vertientes del crimen que aquejan a la ciudadanía.
La frase “abrazos, no balazos” de López Obrador, que ha sido utilizada por la oposición como una muestra de “debilidad e indolencia”, Sheinbaum Pardo la está posicionando en la estrategia de combate a la inseguridad para hacer entender que el poder del Estado será aplicado con rigor, pero con un sentido de defensa y previsión de la ciudadanía, no como se hiciera en el sexenio de Felipe Calderón, donde la guerra declarada generó muerte a diestra y siniestra.
Sheinbaum ha dejado claro que el gobierno debe armonizar la realidad social, lo cual no implica que no exista rigor del poder público en materia de seguridad, sino que en todo momento lo importante es crear instrumentos que prevengan la comisión de delitos y la expansión de la delincuencia, mas no hacer del Estado un brazo punitivo.
En el epicentro de esta redefinición política, es evidente que Sheinbaum no asume lo punitivo como eje para resolver la problemática de inseguridad que ha crecido frente a la debilidad que arrastra la estructura de procuración de justicia, por lo que es necesario que actúe para depurar, legal y operativamente, al gobierno.
Uno de los debates que habrá de acaparar la atención en este proceso electoral será el de las propuestas de las y el aspirante a la Presidencia en materia de seguridad y combate a la delincuencia, las cuales pueden afianzar la intención del voto.
Claudia Sheinbaum no tiene una postura beligerante en ninguna materia, por lo que su candidatura se percibe como armonizadora del poder público, en un sentido de construcción y no de destrucción de las aspiraciones del control del Estado en materia de seguridad. Sin embargo, es por ello que debe ser firme en el discurso, porque cualquier expresión mal estructurada será utilizada como sucedió con López Obrador y su “abrazos, no balazos”, que en realidad fue un llamado a la concordia y solidaridad entre las y los mexicanos.
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
