Alejandro Efraín Benítez Herrera, titular de la Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH), expresó en entrevista radiofónica compartir y hacerse partícipe del sentir del gobernador de la entidad, Omar Fayad Meneses, sobre la necesidad de un programa integral de saneamiento ecológico en Tula de Allende respecto a la “deuda histórica” que tiene la República.
En ese sentido, el comunicador Adalberto Peralta cuestionó al funcionario sobre si ya había alguna respuesta a los planteamientos vertidos por el Ejecutivo estatal al país y principalmente al Valle de México, sin embargo, respondió que hasta el momento no la había.
Al respecto, para la audiencia del noticiario “Al Aire” explicó que el programa sugerido consiste en hacer represas y plantas tratadoras de agua para que el líquido que se inyecte al Río Tula y los mantos freáticos sea limpio y pueda usarse para riego agrícola y no se capten desechos hídricos que manda la capital nacional.
“Tula es una cuestión lamentable y triste, pues desde Hidalgo se envía agua potable al Valle de México y se recibe residual, además de que no se permite perforar pozos, por lo que el gobernador plantea que la megalópolis participe en un pago de deuda con bases futuras para la recuperación ecológica”, expresó el encargado de la Salud en la charla radial.
Problemas sanitarios apenas comenzarán
Por otra parte, Benítez Herrera expresó que los problemas sanitarios en Tula de Allende tras el desbordamiento del Río Tula el 6 del presente apenas comenzarán a verse en estos días, ya que en mesas de trabajo comentó que los periodos de incubación de las patologías terminarán.
Ante ello, llamó a la ciudadanía a que haya tranquilidad y lo sustentó al decir que en la zona de desastre hay personal altamente especializado que atenderá cualquier eventualidad como diarreas o dermatitis, para lo cual precisó que ya hay acciones de fumigación para evitar la eclosión de moscos.
“El caudal ya se llevó lo material y ahora vendrá a hacer mella”, expresó para el comunicador, a quien previamente le refirió que se “estruja el corazón” de la población que vive al día y que con trabajo se hizo de su patrimonio y lo perdió en cuatro horas.
