Mientras que la pandemia de covid-19 ha afectado a 18.5 millones de personas y cobrado la vida de más de 697 mil, la economía mundial se desploma, en buena medida debido la urgencia por poner fin al confinamiento y reabrir los negocios. Países como Bélgica y Argentina son dos ejemplos de cómo los gobiernos han tenido que dar marcha atrás en su decisión de levantar la cuarentena frente a la multiplicación de nuevos casos de contagio y reforzar las medidas para contener la pandemia.
Pero conforme aumenta el número de decesos por el nuevo coronavirus, también se multiplican los casos de quiebra de empresas, afectadas por la ruptura de las cadenas de producción, la reducción de la demanda de sus productos y la falta de insumos.
Euler Hermes, una compañía de seguros de crédito que ofrece una amplia gama de servicios de fianzas, garantías y cobranzas, y realiza estudios de mercado para sus clientes en todo el mundo, informó que la empresa estadounidense de alquiler de automóviles Hertz ha llevado a la quiebra a sus operadores en Estados Unidos y Canadá, pues ha reducido a la mitad su fuerza de trabajo debido a la crisis del coronavirus.
A escala mundial, el impacto sanitario ha colapsado los mercados desde muy temprano. De acuerdo con Euler Hermes, el número de grandes empresas que se han declarado insolventes prácticamente ha se duplicado en el segundo trimestre, en comparación con el trimestre equivalente del año pasado.
Paradójicamente estas quiebras también afectaron a las empresas más grandes durante 2019, pues el volumen de negocios acumulado de estas empresas alcanzó un máximo de 125.7 mil millones de dólares, un incremento de más de 138% durante el mismo período. Por ello, Euler Hermes estima que la pandemia ha acelerado las debilidades estructurales de un buen número de grandes empresas en el mundo.
De acuerdo con esta compañía, los sectores más afectados son la distribución, con 37 quiebras observadas en el segundo trimestre, lo que representa 28 casos más en comparación con el mismo trimestre de 2019; los servicios, con 24 casos, es decir, 17 más en este año que en 2019; y energía, con 17 casos, 8 de más que en 2019. Lo relevante es que, contra todas las expectativas, el sector de la construcción se salvó, pues el número de quiebras es estable, mientras que, por el contrario, el sector automotriz sufrió un fuerte aumento de insolvencias, con 13 casos, es decir 12 más que en 2019.
El arrendador de autos Hertz, la aerolínea Virgin Australia, la compañía de entretenimiento Cirque du Soleil o la compañía francesa Technicolor, entre otras, son los ejemplos más sobresalientes de empresas que no han sido capaces de resistir al golpe económico causado por el coronavirus. Sólo este lunes, la marca británica DW Sports se declaró en quiebra, mientras que los sectores más estables y prometedores permanecen sin cambios, tales como productos químicos, tecnología y productos farmacéuticos.
Ahora bien, desde el punto de vista geográfico, Europa occidental con 64 casos (33 más que en 2019) y América del Norte, con 52 casos (36 más que en 2019) son las regiones más afectadas económicamente por la pandemia. Algo que puede resultar paradójico, si tomamos en cuenta los apoyos financieros y sociales que recibieron las empresas para limitar los daños económicos, los cuales no fueron suficientes para evitar su quiebra. En tanto que Asia tiene un número estable de quiebras, sólo 20 casos.
Para Euler Hermes, estas quiebras son sólo el comienzo, pues se espera que la mayoría de las quiebras ocurran en el segundo semestre del año. El riesgo de un hundimiento global de la economía del planeta es evidente, las cadenas de producción de las empresas se han roto, debilitando a los subcontratistas y proveedores, para quienes las facturas impagables pueden firmar su sentencia de muerte y desaparición del mercado; de aquí la importancia de la colaboración internacional entre los gobiernos para superar la crisis y evitar seguir echando leña al fuego de una guerra comercial que no ayudará a ningún país.
