El espejismo de las encuestas

“El mandatario no puede permitir que vuelva a ocurrir una situación como la de Pablo Vargas, que hasta Sergio Baños lo alcanzó y lo venció en la contienda por el ayuntamiento de Pachuca”.

Encuestas van y encuestas vienen en las redes sociales, unas pagadas, otras infladas, otras inducidas, otras operadas con granjas, todas con el propósito de generar una percepción positiva de algún aspirante a cualquier candidatura, pero en realidad no se tiene la certeza de que esta operación informática pueda dar resultados a la hora de decidir.

Y es que tan sólo basta una persona con habilidades informáticas para desplegar una campaña intensa e incisiva en redes sociales, segmentando incluso el impacto mediático municipio por municipio. Digamos que se trata de confeccionar una especie de traje a la medida con el único interés de empujar la imagen pública de algún suspirante, aunque realmente puede tratarse de un espejismo, porque lo que vuela en el espacio cibernético debe sostenerse con trabajo de tierra, y es ahí donde muchas y muchos aspirantes no tienen con qué consolidar una candidatura.

Como lo hemos mencionado en este espacio, el 2024 será para el gobernador Julio Menchaca la oportunidad de reafirmar su fuerza política, de hacer valer el activo político que representa y sentar las bases de lo que sería un futuro transformador a corto, mediano y largo plazo. Sin embargo, el mandatario no puede permitir que vuelva a ocurrir una situación como la de Pablo Vargas, que hasta Sergio Baños lo alcanzó y lo venció en la contienda por el ayuntamiento de Pachuca, por lo que debe definir a las candidatas y candidatos que verdaderamente estén bien posicionados y aseguren el triunfo.

Menchaca Salazar debe ver el ejemplo, entre otros, de lo ocurrido en la administración de Omar Fayad, quien sólo construyó en Israel Félix la posibilidad de la sucesión gubernamental y al final no se podían encontrar perfiles adecuados, de peso y buen tamaño para hacerle frente a una campaña que venía en tendencia con la ola guinda que nadie hubiera podido parar.

Estos días deben ser de reflexión, seriedad y congruencia. Se debe revisar con lupa cada uno de los perfiles en todos los espacios que están en juego, porque un paso en falso podría hacerle un boquete al escenario político que no convendría al gobernador.

Por mucho afecto que pueda tenerle a alguna persona, no debe elegirla con el corazón, sino con base en el trabajo que lo respalde y sobre todo con encuestas serias y profesionales, para que sólo así se pueda hacer del mayor número de ayuntamientos, diputaciones y senadurías.

Faltan algunas semanas para que el escenario político se defina, por lo que está prohibido equivocarse, prohibido vender espejitos con encuestas manipuladas en las redes sociales, porque muchas de ellas no representan el deseo ciudadano y se pueden convertir en una trampa seductora.

El jefe del Ejecutivo tiene mucho trabajo para los próximos días: debe revisar con calma cada uno de los perfiles que habrá de elegir su partido y la operación cicatriz debe hacerse tan pronto se haya concluido la selección de candidaturas, porque algunos aspirantes podrían patalear y salirse del redil.


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