Menos que un pedo en un huracán es el denominado Frente Nacional Anti-AMLO (FRENAAA), que no ha hecho otra cosa que causar uno de los ridículos más estrepitosos dentro de la política en México, al grado de que la estupidez de sus organizadores los ha llevado a tomar el Zócalo de la Ciudad de México, asemejando un campamento de boy scouts, pero con una miseria brutal.
Este grupúsculo solamente ha logrado exponer a la oposición en su carencia de articulación y estrategia para generar condiciones de contraste político frente al gobierno, cuestión que es ya un fracaso que arrastra a los sectores que pretenden con seriedad criticar a la actual administración federal.
En este sainete sobresale el hecho de que ni los medios de comunicación contrarios al gobierno han podido prohijar al grupúsculo de inconformes, por lo que, cuando se han hecho tomas televisadas o fotografías de los que acampan en el Zócalo, han causado la mofa de millones de mexicanos que los ven como pendejos funcionales de un sector político que todavía no da la cara.
Entre peras y perones, López Obrador no sólo se ha burlado de esta ridiculez, sino que ha contraatacado demeritando esta insulsa estrategia y creando una reacción de apoyo a su gobierno que ya se manifestó en las calles y tuvo mayor respuesta de la que ha pretendido tener FRENAAA.
La insuficiencia orgánica de este grupo lo ha dejado sin apoyos políticos claros y es evidente que se ha convertido en un lastre para la oposición; además, ha causado el efecto contrario al esperado, por lo que no sería nada extraño ver su desaparición en poco tiempo para dar paso a otra arista de ataque al gobierno de López Obrador que pueda contar con un grado mayor de convocatoria social.
Algo está claro: la oposición, pese a los estragos de la pandemia y de la crisis económica por la que atraviesa el país, no ha tenido los argumentos para poder crear un clima de insurrección social y, mucho menos, para restarle legitimidad y credibilidad al gobierno de López Obrador, cuestión que se asoma poco menos que un reto en un horizonte adverso.
Viento en popa navega el presidente, el peso de tantos gobiernos corruptos que crearon hambre y desolación parece ser una gran lápida para la oposición, que no encuentra la ruta para hacer frente a este gobierno.
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Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
