Huachicoleo, ¿el delito que llegó para quedarse?

Tras el incremento al precio de la gasolina, es cada día más común escuchar a los hidalguenses hablar de los precios del combustible que ofertan los grupos ilegales de huachicoleros y la comodidad de adquirir el combustible de forma ilegal, por lo que el turismo por este delito crece a diario.

La gravedad del problema radica en que la entidad, lentamente, se convierte en un paraíso de negocios ilegales que se manejan con similitud al narcotráfico, acarreando violencia y hechos poco comunes en la narrativa, como un repentino repunte en homicidios dolosos y violentos, así como otros hechos asilados, como incidentes en puntos de venta de automóviles.

Esto lleva a que los hechos y delitos hayan arribado a la zona cercana a la capital, mostrando a los negocios ilegales sin punto de contención, al contrario, es ya un fructífero negocio en expansión. Ya sea por la colindancia con otros estados o situaciones fortuitas, Hidalgo entra en las entidades con fuerte presencia de huachicoleros.

El hallazgo de camionetas que transportaban de manera ilegal el combustible “ordeñado” en la zona centro pone en evidencia el crecimiento del delito, y la presencia del Ejército provoca un miedo que recuerda la forma en que la violencia y narcotráfico se instauraron en otros estados, y es que los linchamientos y ejecuciones también podrían obedecer a formas de “operar” de las células criminales.

Mientras en el resto de los municipios el transporte de gasolina ilegal es cada vez más común y descarada, el toque de queda también se vuelve cotidiano y la inseguridad reina.