La cultura del silencio

Es prudente y pertinente que se creen nuevas herramientas constitucionales para generar equidad de género sustantiva y, con ello, propiciar una nueva interpretación de la cultura como forma emancipatoria de los seres humanos.

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.

La visión preliminar del claudismo y la defensa de la igualdad sustantiva de género en Hidalgo y la nación, contrasta con el contrapeso político que convulsiona la escena de los poderes públicos frente a la obstrucción histórica del monopolito de la justicia del Poder Judicial.

 

En esta atmósfera inquietante, Claudia Sheinbaum avanza en la reestructuración de aparato de Estado y, específicamente, la creación de la Secretaría de las Mujeres marca los cuestionamientos de la paridad de género no sólo en las estructuras públicas, sino también a nivel del orden social que históricamente ha generado un entramado de represión con la cultura del silencio.

 

En el DIF Hidalgo, el dinamismo de Edda Vite -como titular de la dependencia- le ha impreso un sello de proximidad ciudadana, del cual el organismo adoleció en la administración anterior, donde se erigió como un entramado decorativo e, inclusive, histriónico en una pasarela pública, cuya parafernalia social, no incidió en la dignificación de la ciudadanía.

 

Es en este trazo, donde los cambios significativos en materia de horizontalidad social y dignificación ciudadana han creado dividendos mayúsculos a las Rutas de la Transformación de Julio Menchaca, que deben contrarrestar la “cultura del silencio” que ha intentado ocultar la inequidad de género e impedido la colaboración social por las brechas de género y discriminación.

 

En la estructura gubernamental a nivel país, el 70% de las dependencias públicas (en promedio) se encuentra detentada por varones y sólo el 41% de las direcciones de área tienen presencia femenina, así como sólo el 43% de las subdirecciones y el 48% de las jefaturas de departamento. La asimetría de género en las estructuras del aparato de Estado no sólo advierte un déficit de horizontalidad social, sino una exclusión política de Estado.

 

En este trazo, los cuestionamientos de fondo atienden a que la ingeniería constitucional estuvo creada por y para generar un Estado Patriarcal que, sin duda, se presentó en un momento histórico cultural y religioso donde la interpretación de la realidad social se guiaba por una cultura de opresión de género. Si atendemos también a que en las estructuras gubernamentales se propició una cultura del silenciofrente a las asimetrías de género, entenderemos el lastre social que ha implicado la discriminación laboral (y sus otras estelas sociales), que trasciende en los crecientes enfrentamientos de género.

 

Las marchas feministas en Hidalgo han ido en aumento no sólo como producto de una revelación nacional e internacional reivindicatoria, sino porque el peso sustantivo de la “cultura del silencio” ha provocado una reacción de indignación, beligerancia e impotencia femenina que debe ser desterrada de las lógicas sociales.

 

Es prudente y pertinente que se creen nuevas herramientas constitucionales para generar equidad de género sustantiva y, con ello, propiciar una nueva interpretación de la cultura como forma emancipatoria de los seres humanos.

 

En este escenario, en antídoto a las condiciones discrecionales del poder público en los encargos del aparato de Estado ha iniciado con la reforma de género creada por la presidenta Claudia Sheinbaum, que habrá de propiciar un cambio en las estructuras de poder público, porque generará no sólo una transformación de seriación y rotación pública, sino también la inserción en las lógicas del poder de mando y dirección de la estructura de las burocracias en el Estado.

 

La cultura del silencio

 

La redefinición paritaria del poder en las estructuras de gobierno es un proceso de cambio vertiginoso en México. Es necesario erosionar la “cultura del silencio” e iniciar un nuevo enfoque sistémico donde los diálogos de transformación social, no segmenten el poder público como un estigma de control del gobierno.

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.


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CRONOS - Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.