La historia de Hidalgo está marcada por la violencia, corrupción y delincuencia de la Sosa Nostra, tal como quedó registrado en el libro homónimo que más tarde se convirtiera en “prohibido” por el daño a la imagen de Gerardo Sosa Castelán, quien encabezando el grupo de “los pensantes” consideró que la libertad de prensa boicoteaba sus anhelos políticos.
Ahora este mismo grupo habla de delitos fabricados por el gobierno del estado y, de nuevo, un boicot a las aspiraciones políticas de Lidia García, candidata a diputada de MORENA por Pachuca, pues según fake news encabeza la lista de preferencias en la capital, es decir, una de las favoritas de la Sosa Nostra siente que se comete una injusticia contra ella.
La realidad es que el hijo de la líder sindical fue encontrado en posesión de droga y un arma de fuego, lo cual cuenta por dos delitos, además de que tenía calidad de servidor público nada menos que de la Procuraduría de Justicia del Estado de Hidalgo, por tanto, la existencia de una confabulación para fabricar delitos es simplemente una estrategia mediática para ganar a costa de su hijo.
La Sosa Nostra maneja un discurso de incriminación y delitos, olvidándose que durante décadas fue calificada la Ciudad Universitaria como un punto medular en el narcomenudeo y era conocido en Pachuca que en las “islitas” se podía comprar cualquier tipo de sustancias.
También parecen olvidar el hecho de que cientos de estudiantes fueron afectados por la delincuencia de porros con golpizas, violaciones, venta de drogas y demás delitos cometidos por acción u omisión por parte de los grupos delicuenciales que se amparaban en el logo universitario.
De pronto la candidata Lidia García se siente víctima del sistema cuando ella ha gestado un sistema en la UAEH que rebosa de corrupción, por lo que se encuentran preocupados, pues algunos rumoran que la máxima casa de estudios está en números rojos.
Es un hecho que las conductas delictivas tendrán una sanción, esperemos que la Sosa Nostra no goce de impunidad en esta ocasión.
