Salón Real
Huitzilopochtli. Entra Quetzalcóatl.
QUETZALCOATL: Aquí están sus hijos, mi señor.
Entra Ténoch, ebrio, y Azteca acompañada de Cihuacóatl.
HUITZILOPOCHTLI: ¿Y Mexica?
AZTECA: Por qué siempre preguntas por ella.
QUETZALCOATL: Aún no la he podido encontrar.
HUITZILOPOCHTLI: ¡Encuéntrala!
Quetzalcóatl asiente cabizbajo por el regaño.
QUETZALCOATL: Sí, mi señor.
HUITZILOPOCHTLI: Y no regreses sin ella.
QUETZALCOATL: No, mi señor.
HUITZILOPOCHTLI: ¡Ahora!
Quetzalcóatl sale.
AZTECA: De qué quieres hablar con nosotros, papá.
Ténoch se sostiene en una pared para no caer.
HUITZILOPOCHTLI: Eres un holgazán, no haces nada de trabajo, sólo te la pasas bebiendo todo el día.
TÉNOCH: Calmantes-montes, jefe. Por qué siempre tienes que estar alterado, así todo enojado y amargado. Ya ni la amuelas, vejete.
AZTECA: De qué quieres hablar con nosotros, papá.
Huitzilopochtli mira a Azteca, va a decirle algo pero-
TÉNOCH: Ya mejor déjame ir ¿no? Tengo una pachanga a todo dar y no quiero llegar tarde.
HUITZILOPOCHTLI: He perdido toda esperanza contigo.
TÉNOCH: ¡Ya, no exageres!
AZTECA: De qué quieres hablar con nosotros, papá.
¿Papá?
HUITZILOPOCHTLI: Voy a abdicar el trono.
Azteca sonríe. Ténoch no le importa.
HUITZILOPOCHTLI: Y Mexica será mi sucesora.
Azteca aguanta su enojo y Cihuacóatl se encrespa.
TÉNOCH: Bueno, bueno, bueno. Bueno. Bueno, ¿quién habla? (ríe) No, ya en serio. ¿Ya me puedo ir?
HUITZILOPOCHTLI: ¡No! ¡Y ya cállate!
Azteca cabizbaja.
HUITZILOPOCHTLI: ¿Quieres decirme algo, hija?
AZTECA: No, nada. Nada hay en mí ahora que te pueda servir, nada en que te pueda ayudar.
HUITZILOPOCHTLI: No digas eso.
AZTECA: Yo sólo te quería ayudar.
HUITZILOPOCHTLI: Lo sé, lo sé. Y te prometo que lo harás. Lo harás como siempre lo has hecho, pero ahora con tu hermana. ¿De acuerdo? ¿Azteca? ¿Hija?
AZTECA: Está bien, papá. Sea lo que tú decidas, yo siempre te apoyaré. Papá.
Azteca lo besa en la mejilla y sale con Cihuacóatl. Ténoch ronca durmiendo de pie.
HUITZILOPOCHTLI: ¡Ténoch!
TÉNOCH: ¡Eh! Sí, sí, qué pasó… ¿Eh?… ¡No te enojes, betabel!
Huitzilopochtli sale y Ténoch vuelve a quedar dormido de pie.
Continúa IX
Por: Serner Mexica
Filósofo por la UAM, estudió la Maestría en la UNAM y el Doctorado en la Universidad de La Habana. Fue Becario de Investigación en El Colegio de México y de Guionismo en IMCINE. En 2007 obtuvo el Premio Nacional de Dramaturgia EMILIO CARBALLIDO por su obra "Apóstol de la democracia" y en el 2011 el Premio Internacional LATIN HERITAGE FOUNDATION por su tesis doctoral "Terapia wittgensteiniana".