LA GUERRA DE LOS DIOSES, XXVI

Salón de Mando

 

Dos guerreros jaguar pilotean el Altepetl frente a un Tablero rojizo. Cihuacóatl los dirige.

 

GUERRERO JAGUAR: El Altepetl se encuentra justo en la boca del Koyonki.

CIHUACÓATL: Perfecto. Preparen la entrada.

 

Los guerreros asienten. La puerta se abre de golpe y entra Mexica con sus amigos.

 

CIHUACÓATL: ¡Atáquenlos!

 

Los guerreros se ponen de pie. Mexica derriba a uno. Chac-Mool golpea a otro. Kimo llega a los controles. Cihuacóatl se esconde.

 

KIMO: ¿Y esta cosa cómo se maneja? ¡Díganme!

 

Un guerrero se levanta y va a pegarle a Kimo, pero Coyotzin lo muerde y Mexica lo deja fuera de combate. El otro guerrero se pone de pie y patea a Coyotzin, Chac-Mool lo golpea pero no le hace daño, pelean.

 

KIMO: ¡Qué hago, Mexica! ¡Díganme!

MEXICA: Busca el símbolo “águila-serpiente”.

KIMO: ¡No lo veo, no lo veo! ¡Dónde está!

MEXICA: ¡Búscalo, ahí tiene que estar!

 

Coyotzin le ladra.

 

KIMO: Ta bueno, ta bueno, orita lo encuentro.

 

Mexica noquea al guerrero. Cihuacóatl huye, sale.

 

KIMO: ¡Ya lo encontré!

 

Mexica y Chac-Mool llegan al tablero.

 

MEXICA: Hay que programar las nuevas coordenadas de viaje.

 

Coyotzin ladra, voltean y notan que los guerreros se recuperan. Chac-Mool les apunta con una de sus armas.

 

CHAC-MOOL: ¡No se muevan!

MEXICA: (toca el tablero) Madre Coatlicue…

 

El tablero cambia del rojizo al azul. El estruendo lento y pausado de sonidos lacerantes.

 

MEXICA: Nos detuvimos. Ya no estamos entrando al Koyonki.

KIMO: ¡Lo logramos!

CHAC-MOOL: ¡Qué chingón! (apenado) Digo, qué chido.

MEXICA: Es hora de regresar a nuestro destino.

 

Una explosión. Entra Azteca con Cihuacóatl, quien les echa un polvo rojizo y Chac-Mool, Kimo y Coyotzin se marean y caen inconscientes.

 

AZTECA: Volviste, hermanita. Y por cierto, ahora lo hiciste con ese muchacho que siempre me ha gustado. Pero ya no, es un pobre diablo.

 

Cihuacóatl ríe.

 

MEXICA: ¿Es ella la que te siempre te aconseja?

CIHUACÓATL: No le hagas caso.

MEXICA: No necesitas de alguien que te diga qué pensar, hacer o decir.

AZTECA: No necesito de nadie, ella sólo es mi amiga. Sólo eso. ¡Mi amiga!

MEXICA: ¿Amiga? Nosotras sí éramos amigas, ¿recuerdas? Cuando éramos niñas. Siempre jugábamos juntas, nos ayudábamos y queríamos ayudar a papá. ¿Recuerdas? Éramos buenas amigas, hermana mía.

CIHUACÓATL: ¡No es cierto!

MEXICA: Hasta nuestro hermano era diferente.

CIHUACÓATL: ¡Mentira! Dile que se calle.

MEXICA: Los tres jugábamos juntos.

AZTECA: Cállate.

MEXICA: Pero todo eso fue antes de ella.

AZTECA: Cihuacóatl no tiene nada que ver.

CIHUACÓATL: Mátala.

MEXICA: Es ella la que te manipula, ¿no te das cuenta?

CIHUACÓATL: Mátala.

AZTECA: A mí no me manipula nadie. Yo hago lo que quiero.

CIHUACÓATL: ¡Mátala!

AZTECA: ¡Cállate, Cihuacóatl! ¡Ahora yo soy Tlatoani, que no se te olvide! Que no se le olvide a nadie.

MEXICA: ¿En verdad lo eres?

AZTECA: ¡Claro que sí!

MEXICA: Entonces no destruyas el cosmos de nuestra civilización, llevando el Altepetl al hoyo negro del Koyonki. La fría y oscura constelación de muerte permanente.

AZTECA: Debo hacerlo.

MEXICA: No es cierto, tú en realidad no crees eso. ¿Y sabes por qué? Porque ni siquiera sabes por qué lo haces. ¡Ni siquiera lo sabes!

AZTECA: ¡Sí lo sé!

MEXICA: Dime entonces, ¿por qué quieres llevar el Altepetl al Koyonki? Más aún, ¿has pensado, seriamente, en las implicaciones? En ti, en mí, en todos nosotros. La destrucción sería total, sin equilibrio, sin contrapeso ni armonía espiritual. Sería la presencia de la nada, sin el ser ni su tiempo. Y nada. Sólo la nada y nuestras almas brutalmente extinguidas, asesinadas.

 

Azteca confundida.

 

CIHUACÓATL: Tenemos que ir porque…

AZTECA: ¡Déjame pensar, maldita víbora!

MEXICA: No tienes ningún motivo. Ella sí, porque ahí es donde pertenece. En la oscuridad perenne.

AZTECA: No sé por qué lo quiero hacer.

MEXICA: Yo sí sé.

CIHUACÓATL: ¡No lo sabes!

AZTECA: La verdad no lo sé…

CIHUACÓATL: ¡Sí lo sabes!

AZTECA: No sé por qué estoy haciendo esto.

CIHUACÓATL: No caigas en sus trampas. ¡Mátala, mátala, mátala!

 

Azteca intenta quitarse de encima a Cihuacóatl.

 

AZTECA: Ya, ya déjame, ya quítate de mí…

CIHUACÓATL: ¡Maldita!

 

Cihuacóatl asfixia a Azteca. Mexica quiere defenderla pero Cihuacóatl le lanza una luz morada que la deja inmóvil, aunque lucha por zafarse.

 

CIHUACÓATL: Por no hacer lo que te dije. ¡Por no hacer mi voluntad! Por desobedecerme… ¡¡Muere!!

 

Mexica corta la luz con el Xiuhcóatl y, acto seguido, corta a Cihuacóatl, quien cae al suelo.

 

CIHUACÓATL: ¡Ahhh!

 

Chac-Mool vuelve en sí. Mexica llega con Azteca.

 

MEXICA: ¿Estás bien?

AZTECA: Perdóname.

MEXICA: No digas eso, eso no importa, sólo tenemos que alejar el Altepetl del hoyo negro eterno.

 

Cihuacóatl se transforma en Coyolxauqui.

 

COYOLXAUQUI: ¡Dejemos de jugar! Es hora de que pagues por tus errores.

 

Coyolxauqui lanza una potente luz sobre Azteca.

 

AZTECA: ¡Aaahhh…

MEXICA: ¡Azteca!

COYOLXAUQUI: Ya está muerta. ¡Muerta! Y ahora te toca a ti, maldita escuincla. ¡Maldita perra!

MEXICA: Déjate venir.

 

Coyolxauqui mira a Chac-Mool.

 

MEXICA: A mí, ¡te dije que a mí! ¡A él déjalo!

COYOLXAUQUI: ¡No! Esta vez no haré concesiones.

 

Coyolxauqui lanza una potente luz a Chac-Mool, quien cae muy herido. Mexica llega con él.

 

MEXICA: ¡Chac-Mool!

CHAC-MOOL: Te amo, Mexica. Te amo con toda mi alma. Mi alma…

 

Chac-Mool muere. Mexica solloza y Coyolxauqui la sorprende sujetándola del cuello con facilidad.

 

COYOLXAUQUI: La oscuridad siempre prevalece.

 

Mexica desmaya.

 

COYOLXAUQUI: ¡La oscuridad… Siempre… Prevalece!

 

Continúa XXVII

 

Por: Serner Mexica

Filósofo por la UAM, estudió la Maestría en la UNAM y el Doctorado en la Universidad de La Habana. Fue Becario de Investigación en El Colegio de México y de Guionismo en IMCINE. En 2007 obtuvo el Premio Nacional de Dramaturgia EMILIO CARBALLIDO por su obra "Apóstol de la democracia" y en el 2011 el Premio Internacional LATIN HERITAGE FOUNDATION por su tesis doctoral "Terapia wittgensteiniana".






EL INDIO FILÓSOFO - Serner Mexica

Filósofo por la UAM, estudió la Maestría en la UNAM y el Doctorado en la Universidad de La Habana. Fue Becario de Investigación en El Colegio de México y de Guionismo en IMCINE. En 2007 obtuvo el Premio Nacional de Dramaturgia EMILIO CARBALLIDO por su obra "Apóstol de la democracia" y en el 2011 el Premio Internacional LATIN HERITAGE FOUNDATION por su tesis doctoral "Terapia wittgensteiniana".