La misma foto con otros rostros

A través de los años de ejercer el periodismo, siempre he procurado  estar al tanto de lo que se publica en los medios escritos a nivel local y nacional, como requisito indispensable para compartir con ustedes algún punto de vista sobre determinado tema, sobre todo de estos dos ámbitos.

En este sentido, reconozco que la foto de Luis Cortés que apareció en la portada de El Universal el pasado jueves me dejó francamente impresionado. Mucho más que la que subieron a las redes sociales por esos mismos días, en donde se ve a Jaime Allende con un grupo de ex colaboradores  dando cuenta que ya se reúnen para buscar hacer candidato al cuestionado exalcalde de Tula. Y vaya que ésta me causó entre risa y enojo por lo que significa.

Pero bueno, en otro momento nos habremos de referir a la de Tula. En la otra, ver al exgobernador de Veracruz, Javier Duarte, tirado en la batea de una camioneta que a manera de patrulla utiliza la policía de Guatemala, esposado de las manos, con chaleco antibalas que apenas le cubre la mitad de su abultado vientre, vistiendo  ropa común y corriente, nada propio de un personaje acusado de desviar 30 mil millones de pesos en su paso como servidor público, me dejó anonadado.

Desde siempre nos hemos referido a la corrupción y a la impunidad  que distinguen a muchas de nuestras autoridades como los baluartes de todos los males que aquejan a un país como el nuestro, ver a Duarte en esa condiciones nos hace alentar esperanzas de que su detención y la de Yarrington en Italia pueden significar el principio de un radical cambio de ruta en la tradicional conducta de nuestros gobernantes.

Y no me refiero a que si los rateros son o fueron gobernantes del PAN, del PRI o de cualquier otro partido, me parece que al margen de la filiación partidista, esa conducta de robar o dejar que otros lo hagan al estar en un cargo público, es un mal que creció por igual entre los funcionarios, vengan del partido del que vengan. La epidemia agarró parejo.

Ojalá al paso de los meses la sociedad sepa con exactitud quién o quiénes fueron los cómplices de Duarte. En este sentido creemos que su esposa Karime Macías, así como fue la primera dama del estado en  los últimos seis años en Veracruz, debe ser la primera en acompañarlo tras las rejas. Sin ser investigador ni cosa por el estilo,  las evidencias así lo demuestran y no exageramos si decimos que ella podía ser todavía más culpable que el gordito de Javier.

Pero bueno, insistimos en que la detención del exmandatario jarocho pueda ser el principio de una verdadera limpia de delincuentes que abundan en la política a todos los niveles, pues está claro que ni Tamaulipas ni Veracruz son la únicas entidades en donde los gobernadores han hecho de las suyas en perjuicio de sus gobernados, al hacer del cargo su plataforma para enriquecerse ellos y los suyos.

Y es que por todos lados en este México nuestro nos enteramos de actos de corrupción entre funcionarios y empleados de todos los niveles. En este sentido, tal vez más presionados por la opinión pública que por convicción propia, el gobierno federal hace algunos intentos por combatir este par de males. El Sistema Nacional Anticorrupción es un ejemplo de ello.

Los casos son incontables y como lo hemos dicho, a todos los niveles. En el gobierno anterior Tula fue un claro ejemplo de ello. Varias de las sinvergüenzadas  de Allende y su gente, las denunciamos una y otra vez. El nacimiento del grupo “Unidos por Tula” tuvo el mismo origen y a pesar de los meses que han pasado y nada o muy poco se sabe al respecto desde que dejó el cargo, seguimos teniendo confianza de estos nuevos tiempos para que se actúe en consecuencia.

A nivel estatal, si bien es cierto que no hemos sabido de una acusación directa en contra del exgobernador Francisco Olvera, las conductas  indebidas y deshonestas de varios de sus cercanos colaboradores ya han sido denunciadas una y otra vez por diversos medios, aunque hasta el momento sólo sabemos de dos o tres funcionarios de mediano nivel de la SEPH y de Radio y Televisión de Hidalgo que ya están tras las rejas. ¿Y todos los demás?

Y nivel federal ni se diga. La corrupción se ha enseñoreado entre funcionarios para quienes las cuotas o moches son tomados ya como algo de lo más normal, sin embargo todavía no se sabe de denuncias contra gente de primer nivel.

Apenas viene a la mente el caso de Jorge Díaz Serrano, quien había sido director de Pemex de 1976 a 1981, fallecido justamente hoy  hace seis años, y que ya como senador de la República  en 1983 fue desaforado acusado de pactar un sobreprecio en la compra de dos buques-tanque. Al paso de los años se dijo que su caso fue más político que jurídico, pero allí quedó el aislado antecedente de un funcionario  de primer nivel del gobierno federal que pisó la cárcel.

Hoy en día, por ejemplo, el caso de la empresa constructora brasileña Odebrecht, que se sabe en México y en varias partes del mundo sobornó a funcionarios de primer nivel  con varios millones de dólares para ejecutar obras de gran magnitud, conducta que tiene en la mira a expresidentes de países como Brasil y Colombia.

Y para no variar en México, don Norberto Odebrecht, dueño de la empresa y que hoy está en prisión, vino a México para participar en la reconversión de refinerías de Pemex y todo indica que su entonces director, Emilio Lozoya, no es ajeno al tema pues se habla de más de 10 millones de dólares que se pagaron para tres proyectos relevantes de este tipo, dos de los cuales tienen que ver justamente con la refinería de Tula.

Así parece que Petróleos Mexicanos se convirtió en el ejemplo – no el único- más claro de la corrupción y la impunidad que golpea a nuestras instituciones de gobierno de los tres niveles y de los tres poderes. Si quieren más datos de lo ocurrido en Tula les diremos que en 2014 se le adjudicó a Odebrecht un contrato por mil 436 millones de dólares  para construir plataformas para el aprovechamiento de las aguas residuales de la refinería Miguel Hidalgo. Y en noviembre del mismo 2015 “ganó” un proyecto de mil 812 millones de pesos para construir los accesos y obras externas en la refinería Tula II. Obviamente  en la ejecución de estas obras el personal de Pemex en Tula no invitó a la prensa, como sí lo hizo ahora de manera selectiva para presenciar el “circo” del montaje de las calderas para la coquización que recién llegaron de España. Pero esta también es otra historia.

Hacemos reiterados votos para que la misma foto de Javier Duarte tirado en el piso de una  camioneta-patrulla, con el rostro diferente que ustedes quieran y manden, las pudiéramos ver en los próximas semanas y meses, sean funcionarios o líderes sindicales de Pemex, o de otras dependencias del gobierno federal, estatales o municipales. Así sea.

Por hoy es todo, nos leemos en la próxima entrega, pero…Entre nos.

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Por: José Guadalupe Rodríguez Cruz

*Egresado de la UNAM como licenciado en Derecho y Diplomado por el Instituto de Administración Pública de Querétaro y por la Universidad Iberoamericana en Políticas Públicas. *Regidor Municipal en Tula, Secretario Municipal de Tula, Diputado local en la LVII y LIX Legislaturas en el estado de Hidalgo y Presidente Municipal Constitucional de Tula 2000-2003. *Autor del libro “Desde el Congreso Hidalguense” y coautor del libro “Tula... su Historia” *Director y fundador del periódico bisemanario “Nueva Imagen de Hidalgo”, que desde 1988 se pública en Tula, Hgo.


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ENTRE NOS... - José Guadalupe Rodríguez Cruz

*Egresado de la UNAM como licenciado en Derecho y Diplomado por el Instituto de Administración Pública de Querétaro y por la Universidad Iberoamericana en Políticas Públicas. *Regidor Municipal en Tula, Secretario Municipal de Tula, Diputado local en la LVII y LIX Legislaturas en el estado de Hidalgo y Presidente Municipal Constitucional de Tula 2000-2003. *Autor del libro “Desde el Congreso Hidalguense” y coautor del libro “Tula... su Historia” *Director y fundador del periódico bisemanario “Nueva Imagen de Hidalgo”, que desde 1988 se pública en Tula, Hgo.