Convergen las posturas ciudadanas de que Pachuca es una metrópoli compleja que se ha deteriorado durante las administraciones del antiguo régimen.
La conjunción de las variables políticas, como poder orgánico municipal y concreción de la tarea pública, emergen en el déficit de un crecimiento urbano donde las necesidades ciudadanas se multiplican y han desbordado la respuesta de diferentes ayuntamientos que, por décadas, ampararon negocios privados al margen de las realizaciones sociales que apremiaban a la metrópoli capitalina.
El rechazo ciudadano a la actual administración en manos de la clase política del antiguo régimen que defeccionó del PRI en Pachuca, perfila la intención de voto -a diferencia de lo ocurrido en la anterior elección municipal-, hacia el candidato de Morena Hidalgo, Jorge Reyes Hernández, quien, como exsubsecretario de Obras Públicas, tendrá no sólo que construir un plan municipalista que atienda los requerimientos urbanos, sino también, una plataforma política horizontal donde la ciudadanía tenga un papel protagónico en un cabildo abierto.
En los hechos, los gobiernos de Morena han tenido que generar líneas de correlación de mando ciudadano con la clase política a través de políticas públicas; condición ausente en la presente administración municipal de Pachuca y que permite proyectar que el Plan Municipalista de Reyes Hernández deberá dar acuse a un esquema progresivo de asociativismo ciudadano, sí desea transformar la realidad social.
El papel de la metrópoli capital es primordial en la operación política del gobierno de Julio Menchaca, porque marca las directrices de los poderes estatales, por lo que la revitalización de Pachuca no puede estar pensada en términos sólo de eficiencia administrativa del ayuntamiento, sino en el trazo del poder político que concentra en el esquema municipalista de Hidalgo.
Si la tendencia del voto continúa en favor de la estructura política guinda que está operando para garantizar que la alternancia, lograda por Julio Menchaca, se afiance en el mapa geopolítico de los 84 municipios, Pachuca tendrá que ser la cereza del pastel, marcando un gobierno de alternancia municipalista al antiguo régimen.
La discusión analítica en la viabilidad del proyecto municipalista de Reyes Hernández, estriba en que la precarización y deterioro municipal en Pachuca le otorga un piso firme a un proyecto que está en consonancia con el capital político del gobierno federal y en la lógica de la transformación nacional. Estos vectores políticos llevan la delantera en esta elección concurrente en la nación.
Las coordenadas de la estrategia política de la contienda electoral de Jorge Reyes por Pachuca, tienen que centrarse en un programa municipalista disruptivo, que se convierta en parteaguas para una ciudadanía metropolitana necesitada de concreción de la tarea pública; porque para el ciudadano común, da igual el color del gato, lo importante es que cace ratones.
Es veraz que Morena Hidalgo tiene ventaja en el proceso electoral, pero no puede darse el lujo de tirar por la borda la lucha por Pachuca. Llegó la hora cero para Jorge Reyes, tiene que demostrar que la verdadera democracia de la transformación se construye con el pueblo y desde el pueblo.
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
