¿Qué le están preparando a Omar Fayad?

Hace un año, cuando inició el sexenio del gobernador Omar Fayad Meneses, también comenzó una batalla monumental contra la corrupción enquistada en la Plaza Juárez con Francisco Olvera Ruiz, cuestión que no tardó en desatar peculiares incidentes en el tema de seguridad.
Diversas hipótesis se han gestado alrededor del tema, y las más sonadas son las que apuntan a un grupo de resentidos políticos del sexenio olverista, que al verse desplazados de la administración pública, buscaron formas de coaccionar al grupo gobernante para recibir cargos públicos y con ello las prebendas a las que estaban acostumbrados.
Se suscitaron altercados poco comunes en el estado, y el primero en estallar fue el concerniente a los problemas de violencia en Ixmiquilpan, que por cierto escaparon al exdelegado especial de Gobierno, Alejandro Ramírez Furiatti, que hoy se ostenta como líder de la CNC en Hidalgo y cuyo vínculo, se dice, es olverista y rojo, lo que hace levantar sospechas en la forma que se trató el conflicto origen de las protestas del gasolinazo que pretendieron crear una imagen de inseguridad en el estado contraria al triunfo olverista de ser “el estado más seguro del país”.
Conforme transcurría 2017 comenzaron a darse hechos de violencia inusitada, como ejecuciones con tintes del crimen organizado en todo el estado, la repentina explosión de huachicoleros en una zona dominada por los grupos olverista y rojo, de nuevo, levantando especulaciones que está por demás describir.
Lo más interesante es que el número de hechos delictivos se acelera con la cercanía del Primer Informe del mandatario hidalguense, parece que en un intento perseverante de buscar enterrar la nota de los logros alcanzados en los primeros dos semestres, pero peor aún: dan la impresión que advierte la posibilidad de algún incidente violento justo el día del festejo de logro de metas.
A muchos resentidos les incomoda el hecho de que este gobierno ha innovado en diferentes rubros y que el Informe no podía faltar, pues se busca realizar un ejercicio con inclusión digital que incluya preferentemente a la ciudadanía y que permita al mandatario visitar diversas regiones del estado, lo que, parece, ha vuelto a levantar ámpula entre exfuncionarios que pretenden minimizar el evento a través de la violencia.
Ejemplo de esto último es que hace unos días un taxi fue incendiado en una zona aledaña a la capital, presumiblemente por dos pasajeros que golpearon y “aventaron” al chofer para luego incendiar el automóvil, delito que resalta en la narrativa hidalguense que de pronto habla de narcotráfico, huachicoleros, feminicidios, robos a mano armada, gasolinazos, etcétera.
Aunque también resalta la amenaza mediática de la UAEH encabezada por el líder del patronato, Gerardo Sosa Castelán y el rector Adolfo Pontigo Loyola, que advirtieron de una marcha universitaria si no recibían el pago al que está obligado Gobierno estatal, sólo que no mencionaron el pequeño detalle de un adeudo mayor por consumo de agua de la institución de educación pública a entidades gubernamentales.
Casualmente, la amenaza surgió a sólo unos días de la Cumbre Hemisférica de Alcaldes. No se necesita un análisis profundo para deducir que se pretendía causar un daño a la imagen de los inquilinos de la Plaza Juárez.
No conforme, de pronto, Antorcha Campesina se dio a la tarea de resaltar la pobreza en Hidalgo, que si bien no es desconocida, sí se están realizando trabajos descomunales por parte de los tres niveles de gobierno para reducir esos índices, prueba de ello es que todos los días los diarios locales presentan trabajos sobre el tema.
Pero no fue el único intento de linchamiento mediático, pues Sayonara Vargas, secretaria de Educación Pública, semanas antes fue atacada por las huestes del Sindicato de Maestros, que casualmente son dirigidas por Sinuhé Ramírez, quien forjó una estrecha amistad con Francisco Olvera.
Encima de todo, los antorchos se aventaron la puntada de criticar la inversión extranjera porque “descuida a las clases vulnerables”, es decir, su única finalidad es destrozar cada logro del gobierno, según ellos por la defensa de los sectores desfavorecidos, aunque realmente pretenden callarse a cambio de convenios millonarios de apoyo a sus líderes.
Lo llamativo en este tema es quién pudo dar a esa organización campesina la línea de golpe que le permitiría abordar planas de algunos medios, ya que la inversión extranjera es un mérito enorme de esta administración, donde se permitió resaltar las extraordinarias virtudes de José Luis Romo Cruz, quien bajo el liderazgo de Fayad Meneses ha sabido concretar inversiones en beneficio de Hidalgo.
De nuevo, casualidades morbosas, resulta que Romo Cruz fue uno de los minimizados por Olvera Ruiz, quien lo descalificó por ser “El Niño Harvard”, precisando que podía hasta “prestarle a Omar” algunos de sus mejores elementos como Aunard de La Rocha o José Maauad.
Los intentos para enarbolar los trabajos de Aunard de La Rocha se habían iniciado tiempo atrás mediante el golpeteo al trabajo realizado por Jessica Blancas Hidalgo, sucesora de De la Rocha como secretaria de Finanzas; han intentado increpar los detalles más diminutos en su gestión para poder alardear sobre un magnífico trabajo, y de forma reciente fue señalada por el retraso de la deuda a la UAEH.
Por tanto, es de esperarse algún tipo de incidente fuera de la normalidad hidalguense que ponga en reflectores la violencia e inseguridad para así restar credibilidad y aceptación al gobernador, ya que el sueño dorado de este grupo de resentidos es despojar del poder al grupo gobernante, a modo que no exista forma de continuidad en su proyecto o en el grupo político que se está gestando.
Parece que el estandarte anticorrupción no a todos los políticos les agrada, pues eso significa terminar con la suerte de privilegios que habían recibido durante el sexenio de su líder, Francisco Olvera Ruiz.