Llega AMLO

No hay plazo que no se cumpla y este fin de semana se llevará a cabo el relevo del presidente de la República, una vez que el pasado primero de julio Andrés Manuel López Obrador,  del partido Morena, se impuso por clara ventaja  a sus oponentes, Ricardo Anaya del PAN  y José Antonio Meade del PRI con todo y sus aliados.

Es la primera vez que en nuestro país vamos a tener un mandatario que procede de un partido de izquierda –o de algo parecido a-, si es que estamos de acuerdo en que el PRI es de centro izquierda y el PAN de derecha.

A pesar de los resultados, en donde más de 30 millones de ciudadanos le dieron el voto a AMLO, estamos de acuerdo en que a pesar de esa inesperada votación a su favor, son también muchos millones de los casi 125 millones de mexicanos que somos, quienes no están convencidos de que la llegada de esta corriente política sea lo mejor para nuestra nación, con todo y la filiación priista de López Obrador que le llevó a ser dirigente estatal del tricolor en su Tabasco natal, años atrás.

En lo que todos  estamos de acuerdo es que no hay un personaje en la historia moderna del país que haya buscado con tanto ahínco el ser presidente de México, como Andrés Manuel. Lo consiguió al tercer intento, después que hace seis y 12 años con la bandera del PRD perdió ante Enrique Peña y Felipe Calderón, respectivamente. Claro, a   diferencia de Cuauhtémoc Cárdenas, que también la buscó tres  veces y las mismas que perdió.

En este casi medio año desde la fecha de las elecciones hasta el primero de diciembre para asumir el poder, el próximo presidente  ha dejado bien claro qué debemos de esperar en su gobierno. Vale aquí  la pena señalar que esas actitudes se han traducido en nueve puntos menos de aceptación  de la ciudadanía en López Obrador. Del 64.6 por ciento que dijo a estar en su favor hace apenas un mes, llega al cargo con una aprobación de 55.6, según información dada a conocer a principios de  esta semana en El Universal.

Pero más allá de las preferencias, Andrés Manuel López Obrador será  el presidente de  México hasta 2024 y ciertamente preocupan algunas actitudes y/o decisiones que no convencen a muchos. Cancelar el proyecto del aeropuerto en Texcoco, que presentaba ya un avance del 37 por ciento y significará  una pérdida de 100 mil millones de pesos al erario público, pues seguimos sin entenderlo. Total, si el problema era la corrupción que,  dicen, ya se había apoderado de la obra, pues a revisar lo realizado y sancionar a los responsables, pero continuar con el proyecto y no echar a la basura lo avanzado e ir con su plan de Santa Lucía que, entendemos, no satisface los requerimientos de los expertos, que son quienes deben decidir y no el millón de personas que participaron en esa farsa de consulta ciudadana, cuyo voto fue por afinidad con AMLO y no por conocimiento de causa, lo cual es muy grave sin tener que ser un experto para entenderlo.

El asunto de los súper delegados, que junto con el tema del  nuevo proyecto de seguridad interior ha causado honda preocupación entre un  buen número de gobernadores del PAN, e incluso una clara manifestación pública  de rechazo de parte del gobernador electo de Jalisco, Enrique Alfaro, que convoca a una especie de rebelión en contra del gobierno federal  que viene.

Son cuestiones que sin duda no dejan satisfechos a muchos, comenzando por los ejecutivos estatales. Claro, las opiniones se dividen, pues los afines a AMLO ya dijeron aceptarlo, como el próximo de Veracruz y otros, como el nuestro, de Hidalgo, de plano decidieron abstenerse de opinar en contra o a favor del tema súper delegados.

Ahora bien, la experiencia nos dice que estos personajes tendrán un tarea político-partidista igual o más que como hasta ahora ha sido con los delegados federales. ¿Alguien podrá creer que aquí Abraham Mendoza, ya en su cargo de gobierno, no va a tratar de ganar más adeptos para un proyecto partidista del que es parte desde toda su carrera política? Por supuesto que no. Él va a cumplir con su tarea oficial y al mismo tiempo con la encomienda de que Morena se apropie de todos los espacios, recuerden que en menos de dos años elegiremos alcaldes, por ejemplo. Al tiempo.

Una decisión que parece sí unifica a los mexicanos es la de quitar la pensión a los expresidentes de la República. Claro, las finanzas del país no van a cambiar pero ya el hecho de que estos personajes no dispongan de una jugosa pensión y de un ejército de ayudantes habla bien del gobierno que viene, al igual que bajar los desproporcionados sueldos de servidores públicos, como magistrados, diputados, senadores, ministros y demás pléyade  que cada mes se llevan lo que en un año no ganan la mayoría de los mexicanos.

Y así la lista es larga de los temas a los que se ha venido refiriendo el presidente electo. Por ejemplo, en materia de seguridad lo cierto es que dado el evidente fracaso  de estrategias recientes para combatir la inseguridad en México, el anuncio de cualquier cambio revive en la sociedad la esperanza de que las cosas mejoren.

Y es que es de verdad grave lo que ocurre hoy en día en esta tierra nuestra en asuntos como el narcotráfico, el huachicoleo,  los secuestros y robos, para no hacer la lista más grande. Cualquier nuevo intento por devolver la tranquilidad a los mexicanos  debe ser visto con optimismo, teniendo bien claro que base fundamental del éxito deseado deberá ser combatir con decisión y sin excepciones  la causa  de este problema: la corrupción.

El camino es arduo y la tarea de López Obrador es titánica, hoy los mexicanos debemos apostarle a que le vaya bien a su gobierno, pues en la medida que esto suceda, a sus gobernados también habrá de irnos mejor. Que así sea.

Breves.– Por cierto que  no deja de sorprender el tono más bien agresivo en el que la información oficial refiere el fracaso de la reunión entre las autoridades de la SEPH y los representantes de los maestros cesados y desplazados  y con la presencia de cuatro diputado de Morena,  encabezados por el coordinador Ricardo Baptista, y uno de Nueva Alianza, todos  en calidad de  intermediarios. Las heridas en el Congreso local parece que apenas comienzan a sanar después de un comienzo de la Legislatura muy complicado, como para arremeter con inusual lenguaje a servidores públicos, que como los diputados merecen todo el respeto.

Por hoy es todo, nos leemos en la próxima entrega, pero… Entre nos…

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Por: José Guadalupe Rodríguez Cruz

*Egresado de la UNAM como licenciado en Derecho y Diplomado por el Instituto de Administración Pública de Querétaro y por la Universidad Iberoamericana en Políticas Públicas. *Regidor Municipal en Tula, Secretario Municipal de Tula, Diputado local en la LVII y LIX Legislaturas en el estado de Hidalgo y Presidente Municipal Constitucional de Tula 2000-2003. *Autor del libro “Desde el Congreso Hidalguense” y coautor del libro “Tula... su Historia” *Director y fundador del periódico bisemanario “Nueva Imagen de Hidalgo”, que desde 1988 se pública en Tula, Hgo.






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ENTRE NOS... - José Guadalupe Rodríguez Cruz

*Egresado de la UNAM como licenciado en Derecho y Diplomado por el Instituto de Administración Pública de Querétaro y por la Universidad Iberoamericana en Políticas Públicas. *Regidor Municipal en Tula, Secretario Municipal de Tula, Diputado local en la LVII y LIX Legislaturas en el estado de Hidalgo y Presidente Municipal Constitucional de Tula 2000-2003. *Autor del libro “Desde el Congreso Hidalguense” y coautor del libro “Tula... su Historia” *Director y fundador del periódico bisemanario “Nueva Imagen de Hidalgo”, que desde 1988 se pública en Tula, Hgo.