El equipo más taquillero de la Liga Mexicana, en el año que está por terminar, fue Toros de Tijuana, que alcanzó los 677 mil 464 espectadores, con un promedio de 11 mil 291 asistentes por juego. Lo siguieron los Sultanes de Monterrey, con 556 mil 869 espectadores y un promedio de 9 mil 770 fanáticos por juego, cifra que ha disminuido en su primera temporada en el Pacífico.
En tercer lugar quedaron los campeones sureños Leones de Yucatán, con 520 mil 350 fanáticos, promediando 8 mil 673 espectadores por jornada.
Tras estrenar el estadio Alfredo Harp Helú, los Diablos Rojos se colaron al cuarto lugar con 389 mil 126 espectadores, para un promedio de 7 mil 216 fanáticos, casi la tercera parte del aforo del inmueble. Los siguieron los Saraperos de Saltillo que, tras una buena temporada, regresaron a los playoffs, con 377 mil.
Los campeones Acereros de Monclova convocaron a 349 mil 126 espectadores, con un promedio de 5 mil 917 por partido. Conviene recordar que el aforo del estadio es de 8 mil personas.
En cambio, seis equipos ni siquiera alcanzaron los 200 mil espectadores en la temporada: Algodoneros de Unión Laguna, Bravos de León, Generales de Durango, Guerreros de Oaxaca, Olmecas de Tabasco y Rieleros de Aguascalientes.
El peor equipo de la liga fue Piratas de Campeche, que solamente vio 87 mil 146 espectadores, para un promedio de apenas mil 743 fanáticos por juego.
Casi todas estas escuadras tuvieron temporadas perdedoras, por lo que tendrán que mejorar si quieren que más personas vayan a verlos para la próxima.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
