Miguel Ángel Osorio Chong hace renacer al PRI

Al inicio de la contienda por la Presidencia de la República vimos un PRI pálido, fraccionado y con el intento de hacer prevalecer una naciente clase política que no mostraba ni arraigo ni sentido partidista.

Conforme pasaron las primeras semanas, muchos opinólogos dieron por sentada la desaparición del grupo osorista, pues a su parecer habían sido los grandes perdedores de la contienda, aunque en política simplemente parecía una mala racha que había que superar, y una de las características más marcadas en Miguel Ángel Osorio Chong es convertir escenarios negativos en positivos.

Con el cambio del dirigente del CEN del PRI se favoreció a la gente cercana a Osorio, lo que inyectó nuevos bríos al interior del tricolor y el apoyo al candidato presidencial que por fin sintió el arropo, y ahora hasta se asegura que “hay confianza” y mucho se va a rescatar.

Finalmente, Miguel Ángel Osorio Chong se posiciona como líder moral del priismo a nivel nacional y como el aspirante número uno hacia 2024. Logrando dar una cátedra sobre política está haciendo campaña de a pie en todo el territorio que le fue designado, y se ve al exgobernador hidalguense recorriendo calles, movilizando al partido en todos los rincones del país.

Quien aseguró que Osorio Chong estaba fuera de la jugada y que no es el segundo hombre más fuerte de este sexenio, se equivocó y se dejó llevar por sentimientos atribuidos a causas personales, ya que el exsecretario de Gobernación está logrando levantar al Invencible y mostrando el poderío de la maquinaria.

Algunos dicen que es imposible que el PRI gane Los Pinos, otros aseguran que habrá sorpresa, lo cierto es que gracias al grupo hidalguense se recupera el tan sonado orgullo de los chalequitos rojos y algo es seguro: tendrá fuerza y peso en ambas cámaras, así como en gobernaturas.

Los lectores en el tema sabrán que eso significa poder y la constitución de la oposición más fuerte en el país, que aguardará y trabajará simplemente para recuperar lo que los priistas siempre han sentido suya: la Presidencia de la República.

Andrés Manuel López Obrador ha logrado hacer una campaña de más de una década y destacar como jefe de Gobierno, pero teme a la maquinaria priista porque él ha sido partícipe de ella; sabe que su triunfo no es seguro y que como oposición los priistas podrían hacerle perder todo su encanto, tal vez por eso la necesidad de pisar tierras hidalguenses.

El candidato de MORENA sabe que se cobijó del peor grupo político en la entidad y que su triunfo en Hidalgo es el más competido, pues su imagen se achica junta al coro de “¡Osorio, Osorio!” y las masas corriendo a reconocer a quien fue su gobernador.

El mesianismo se acaba cuando se habla del trabajo de “El Licenciado” y cuando se compara el trabajo de un exgobernador y un exjefe de gobierno porque en ese momento el discurso para acrecentar el enojo pierde efecto, y AMLO sabe que en una campaña contra el trabajo político de MAOCH nada es seguro.

Hidalgo podría llegar a Los Pinos en 2024 y, dicen, el trabajo ya comenzó.