Mixquiahuala necesita un conocedor del municipio

Un significado de virtud es la disposición habitual para hacer el bien. Evidentemente, construir es más complejo que destruir y hacer es más difícil que criticar. No dudo que el exjefe de gobierno de la Ciudad de México y ahora presidente municipal de Mixquiahuala de Juárez, José Ramón Amieva, tenga la fuerza propia, de esa que se requiere para transformar de verdad; no dudo que tenga mucho cariño por el terruño del cual partió antes de la adolescencia.

Los que siempre hemos vivido en estas tierras, sabemos que el hoy alcalde regresaba con cierta frecuencia a este, nuestro pueblo; sin embargo, muchas personas cercanas a él han dicho hasta el cansancio, y con cierto dejo de presunción, que su principal objetivo es llegar a ser gobernador de una entidad más. 

Mixquiahuala es uno de los municipios más antiguos, con más historia, de los más aguerridos y combativos no solo de nuestra entidad sino también allende las fronteras. Prehispánicamente fuimos importantes por nuestra privilegiada localización geográfica, nuestro río, los cerros que fungieron como puntos de vigilancia en este Valle del Mezquital.

Mixquiahuala fue una frontera natural entre lo otomí (hñahñu) y lo tolteca. Con la llegada de las aguas negras en la primera mitad del siglo XX, nuestro valle se convirtió para bien en lo económico y para mal en lo ecológico y la salud; hemos sido uno de los principales graneros del país y se contribuye al suministro de alimento (verduras, principalmente) para la zona.

La transmisión de la propiedad de particular a ejidal nunca fue fácil: conflictos internos y externos se cuentan por centenas, pero hubo una época en la que grandes mixquiahualenses centraron su mirada en la educación, en generar escuelas, esto habla de personas virtuosas que deseaban mejorar la vida de sus familias y de las próximas generaciones. Visionarios, con muchas limitaciones pero grandes esfuerzos.

Tristemente hace muy pocos meses se acercó un nuevo actor, mismo que aprovechó varias situaciones: el hartazgo de la gente, las luchas internas del partido Morena en Hidalgo, las ganas de mis paisanos por presumir que un exjefe inmediato de la capital del país ahora nos haría el favor de gobernarnos.

No dudo que Amieva Gálvez sea virtuoso, pero sí sé que no conoce en el porcentaje deseado el territorio y la gente a la que ahora tiene la confianza de gobernar. Por eso lo señalé, lo señalo y lo seguiré señalando. Probablemente, y si su tiempo lo permite, aprenda rápido, sería lo deseable para todos los que vivimos aquí; ojalá también nosotros, los mixquiahualenses, aprendamos rápido. Lo merece nuestra historia.

Por: José Raúl Vizzuett Pérez

Nieto de comerciantes, aprendiz de padre, esposo rezagado, licenciado en Derecho y politólogo aficionado; sagacidad y un balón “etrusco”, los mejores regalos que me han dado mis padres.


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PIE IZQUIERDO - Raúl Vizzuett

Nieto de comerciantes, aprendiz de padre, esposo rezagado, licenciado en Derecho y politólogo aficionado; sagacidad y un balón “etrusco”, los mejores regalos que me han dado mis padres.